No la retengas no olvida la jaula
déjala libre es más inconfundible
que una fuerte voz blanca en piedra viva.
Filtrada la existencia en las palabras
existen varias puertas delicadas
ancladas en el día los meollos.
Números divergentes declamando
los versos nuevos tiernos y pequeños
tranquilos desde el sur hasta el espejo.
Y el rasguño solado de abedul
habla de vuelos sin repescar cortes
alentando rodales habitables.
Comidos a preguntas y prensados
a besos los peldaños son más suaves
para la vida sola en un instante.
José Pómez
http://pomez.net