La mayor unidad de risas entrelazadas
señales de tu vida son regaladas a otros
cada noche que empieza finaliza en un día
recordando el esfuerzo de tiempo piedra y agua
la confirmación plena que atrae con la lluvia.
Pequeños confines en los enraizados cambios
miradores del bien los actores de la acción
justamente en el centro preciso y finalista
después de los cuidados como todo es sencillo
se establece una ronda de metas submarinas.
Los triciclos confiados alentados a veces
respiran los detalles de la experiencia muda
y viviendo algo extraño y un rato sobre el timbre
seguramente olvida detalle vuelo y llave
de la solapa holgada sensata de la puerta.
Sobrepasado afirma un retroceso construido
de la llanura estanca parada y conocida
empujada en los cedros para escribir comillas
en cristales y brisas de la lucha a las tres
en la dirección nueva del manzano salado.
José Pómez
http://pomez.net