No podemos decir nada más por el momento.
Mi aurora de mi oriente de mi amor y alegría
esa colonia moja una ladera imposible
peñasquita azulada de destellos dorados
soterrada en el cielo de todas las violetas
bendecidas en las noches de apuro a los bordes;
Del duermevela o pueblo de los sueños cumplidos
cobija en los parajes distantes escalones
de espuma muy antiguos circulares perfectos
con dos siglos de historia ya vividos te mando
solo para decirte que aprendí a obedecer.
José Pómez
http://pomez.net