Pelusa de los pliegues

Bendito desamparo
que convoca el conjunto;
el tinte que apacigua
la pista y la mañana.

Convocada en la esquina
positiva el silencio
terrible de la brisa
perdida en la semana.

Fría en la gaza amable
de los besos de siempre;
entre el temor al fuego
y los valores libres.

Entre el ardor quebrado
y el universo mora
el perdido mensaje
de la insistencia al arte.

Qué escaso el amarillo
que abre todas las puertas;
el misterio y la página
apena en una noche.

Sin contestar llamada
se agolpa la palabra
ondulada en ventana
al tránsito infinito.

Amorosa en la espera
sentada en la cornisa
donde brota el recuerdo
de las conversaciones.

Fijas en la aventura
las letras de la ausencia;
Muchas no pronunciadas
por falta de lectura.

Se nos viene el retorno
con los libros y el fruto
de la vida sembrado
en compartidas vidas.

Y sonriéndole sólo
la niña hace una amiga
algo más joven que ella
para toda la vida.

José Pómez
http://pomez.net