No ha pasado ni el tiempo
de la esclava alegría
que acariciaba días
de tantas travesías
convertidas en risas.
La vida comienza hoy
y con todo su amor
que se cree despierto
ilumina la siembra
así como lo cuento.
Las manos desbordadas
entre los corazones
repletos de esperanzas
y abundantes recuerdos
de totalmente iguales.
Hoy venceré el silencio
un instante de un siglo
y como cada noche
se lo voy a decir
¡ya está! Se lo he contado.
José Pómez
http://pomez.net