Es evidente. Miente mi lectora
es mañana lo sabe y me lo dice
sin veladura siembra y lo predice
como una amiga clara y protectora.
Canta y respeta las causas motoras
me sonríe y después va y me bendice
me aconseja que escriba y profundice
en las trazas del agua colectora.
Que el saco remendado en corazones
de alguna moderada aeronave
contiene en tu mirada dos razones.
Ese silencio raro por diverso,
y esas mentirijillas que tú sabes
van atinando el líquido del verso.
José Pómez
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