Cuando se encuentra un día entre todas las caídas.
Considerando el verso como la sed que quiere
duda experimental acorralada y externa,
vulnerable a los vientos y si se utiliza hiere
creciendo competencia e hilvanado en taberna.
Una verdad suprema qué poco se moldea
al reflejo confuso y no tiene ningún filo,
ni afilador que rompa contorno de la idea
por mucho que lo intente o lo verse a contrahílo.
De esos días felices de expedientes diversos
si no muestran se pierde en aquello que no cambia
uniendo sin descanso unos catorce universos
sin desplomar caída ni utilizar amarra.
Rejuvenecer todo de nuevo y se soslaya
una carga pesada que se abre en terma escuálida
que alejada y de plata la poesía es playa
de coral y granito de tarde en tarde válida.
Contador de sentidos y música que vira
haciendo infringir fallos alargados en trazos
y responde el perdido que suspira y lo mira
puede que sí coincida en minúsculas de brazos.
José Pómez
http://pomez.net
