Afirmando las propuestas
desde tus ojos alegres
no finaliza el inicio
de la risa y la ternura,
se desbordaron las aguas
al filo de tu vestido
y esos mimos comenzaron
pronto a ejercitarse en tu alma.
Se alegraron los luceros
en el eco de la noche
se reanudaron los versos
respondiéndote a ti
en la vertiente insonora
que envuelve exterior sumado
de una quebrada de trato
y llamada germinada.
¿Qué abarca el triunfo en la sombra?
¿Qué cubre y oculta el lago?
Las caricias tejedoras
y el corsario del dialogo,
deposita una aurora
rauda alerta argentina
desprendida en la llegada
y como en niebla escondida.
Llegaste del oceáno
con toda la sed del mundo
eres madre de mis perlas
y en la barca de mis sueños
rubíes de claros días
que existen con nuestros besos
y forjando en la alegría
canastito de solapa.
José Pómez
http://pomez.net