La belleza de azucena
se da logros y está atada
la que hoy lucha recontando
las tardes que otros dejaron
y la que copa los méritos.
Lo que otras estrellas vieron
continúa estando aliado
al canto confabulado
y a cualquier chasquido breve
en temporada guiñada.
A la altura del levante
critica la espera amada,
el anuncio de la rima,
el impulso que promete,
y el optimismo obligado.
Soporta el empuje y pide
que no enfade ni a la fuente
si además se queda tarde
la astuta como ninguna
un par de siglos más tarde.
Como se funde primera
se descarta la subida
hacia la calle esquilada;
como se pensó se emplea
sobre afirmación remota.
Pardas sin un sueño dentro
en la meta de las mallas
adornadas de volantes
aparecen las preguntas
del empleo y del trabajo.
José Pómez
http://pomez.net