No sonríe el peluche, no ha comido.
Prensado en el cartón y cabizbajo
no sonríe agarrado ni afligido,
ni tampoco al que le falta el trabajo,
ni aquel que poco o nada te ha querido
anteponiendo ardor de escarabajo,
las contra verdaderas efectivas
postales de espirales con dedales
versadas en listón de afirmativas,
por lo visto al teñir corresponsales
con el color contento y más sensible
se ignoran esas fuerzas agresoras
cuando el rechazo aclara que es posible
de esa manera y todo son mejoras.
José Pómez
http://pomez.net