Sobre un saco de noches dialogaban
una ingenua mentira con la cómplice
arboleda dormida en la torpeza,
y adorando la falta y sus motivos;
como una inerte sombra resentida
en ficción, palidecen temblorosas
la histeria campeona y la confianza.
Si en la rareza cierran intenciones
de la letra y el viso cauteloso,
y con la útil certeza franca abren
rodeo fatal del tratado índice
de tierra complicada y se agradece.
Va y se arquea azucena y redomina
el precoz sentimiento del rubor.
José Pómez
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