Es cierto, no da tiempo en una tarde
para ver mundo corre por tu alma
ve por la carretera del pequeño,
la base principal turba el retraso,
y suficientemente determina
la flor de los rellanos que estremece.
¡Ay vuelve a cantar mi alondra increíble!
celebra el nacimiento de la paz
y sin tiempo y sin odio la va ampliando
el trabajo infinito en las regiones
del mayor bien silvestre enemistado,
con el texto está escrito el recorrido,
con el hecho se afirma y se conduce,
con la serenidad todo culmina.
Por la eternidad de un solo segundo
y que una imperfección obstaculiza
cualquier acierto lleva a la alegría,
el vestido naranja independiza
y se fija en algún esparcimiento,
el grano usado en la fila rasgada
pone brazo y termina con la ruina.
No he tenido ni tiempo y al mirarte
ya no retumba la industria que amaba
sí, pero todavía nace un potro
y de la misma fibra del cerebro
que modifica la conducta errada
en la bondad humana aglomerada
esa brillante dama entre leones.
José Pómez
http://pomez.net