Contigo se ha atado el mar
a la campana de tierra,
con lazos elementales,
con maduras plantaciones,
por aquí la tabla antigua
por aquí el claro sereno
y el pespunte de chinchetas
desde la fiesta parada.
Una vereda perdida
ampliada desaparece,
justificada genera
horizonte en el momento,
y te perdono el olvido
basta que ames al labriego
con nuestra canción de siempre,
las flores de las estrellas.
En noche sin sueños rotos
el hilo invisible anuda
los colores de la lluvia
tranquila de castañuelas.
José Pómez
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@josepomez