El reto de los diez presos más blancos
no sabe de la brisa alentadora
ni del capricho insano de una tumba,
porque entrando en el plinto de cabeza
por dentro y sin saberlo todo el miedo
a la luz de la vida se evapora,
y en puerta de paciencia prende alerta
la propia espera accede con impulso
como este verso cerca de tu bote
camina por el agua y no se hunde.
@josepomez