La fecha es destilada como los licores de algunos países,
como las bandejas de algunos desatados.
La fecha sube como la espuma y se complica,
como un candil barato por las posadas,
y se desboca al prestar con la duda de la maraña.
La ciencia moja azul y amarillo por el candado escondido
y se ha cerrado la ladera por la cesta.
Después se verá encendida, apagada y…
tendrá sobre los almanaques una espiga granada,
la ciencia desvelada debajo la Luna y encima las lagartijas de los ánimos.
Y los enteros despiertos,
ciencia esperada la urraca chillona del maizal,
y no es monte… ni es hombre… ni es caballero.
Como un paño de menos reemplazado
en el inicio eterno de optimismo
cierra el respeto cumbre desde hoy mismo
cuando advierte el misterio remendado.
Azules y brillantes desprendidos
problemas y minutos como aceros
de unos tras otros vuelven certeros
los menudos cesteros sorprendidos.
José Pómez
http://pomez.net