Nema
No, no es incompatible el rosa río y mirada
blanca: como mujer pacífica para el mundo,
nos puede contar el infinito separado;
pero la inmortal lleva nuestro encuentro sellado.
Obedecemos y en sus manos la decisión,
no se inventa el amor a voluntad cada tarde,
las prisas de la escucha declinan el abismo
y en la acción valerosa se orienta nuestra vida.
Distinguir claramente el tiempo de la sombra,
la realidad contraria de las vacilaciones,
y el esplendor dorado de las dificultades
que redecoran el pozo azul granate intenso.
Perseverar en lo cotidiano nos arrastra
al encuentro –que no se hunde así tornen tormentas
descabelladas y llenas de tristeza inversa–
definitivamente inmerso en mi pobre práctica.
José Pómez
http://pomez.net