La aberración de imponer una lengua

Al menos la mitad de la Educación Primaria, Secundaria, Bachillerato y FP se impartirá obligatoriamente en gallego. Victoria pírrica de Touriño que quería vender el decreto como un logro del consenso de los tres partidos y que no pudo ser porque el PP retiró su apoyo a último momento. Un colectivo presentó hoy 20 mil firmas contra la imposición del gallego.

El Consello de la Xunta aprobó ayer el decreto que regulará a partir del próximo curso el gallego en la enseñanza. En virtud de su contenido, deberá asignarse el mismo número de horas a la enseñanza del gallego y a la del castellano. Sin embargo, este decreto está muy lejos de ser una equiparación entre las dos lenguas oficiales y muy cerca de ser una imposición. En efecto, el decreto señala un mínimo obligatorio del cincuenta por ciento de asignaturas impartidas en gallego, pero en la práctica es mucho más porque el decreto señala qué asignaturas deben ser impartidas en gallego, dejando para el área castellanohablante materias que no son troncales, como la música, plástica, gimnasia o tecnología, que tampoco necesitan un libro de texto.

También está previsto que, al igual que la Rusia de los Soviets, se contrate personal para establecer controles sobre los profesores que enseñen en castellano materias que deberían ser inculcadas en gallego. Así lo establece el Artículo 17 que habla de «equipos de normalización lingüísticas» en sintonía con el Artículo 20 que habla de «servicios de inspección». Es evidente que la Xunta no está interpretando bien la Carta Europea para las Lenguas Minoritarias y Regionales ya que supone que todas las familias gallegohablantes van a preferir una inmersión lingüística al gallego en la enseñanza, lo cual es desmentido por los indicadores sociológicos de la comunidad que datan que el uso de gallego continúa, a pesar de todas las campañas y los millones de euros invertidos en su promoción, en franco retroceso.


El PPdeG echa el freno

El apoyo del PPdeG al borrador del decreto había levantado ampollas fuera y dentro del partido. A la diputada Manuela López Besteiro le llovió todo tipo de críticas de padres, profesores y colectivos afines a los populares por haber cedido frente a los nacionalistas y sus estrategias de imposición del gallego. Dos motivos hubo para que el PP revisara su posición. Una fue el éxito indiscutible de la Plataforma Tan galllego como el gallego, que recolectó 20 mil firmas en contra de este decreto que hoy fueron presentadas a la Consellería de Educación. La otra, el dictamen del Consello Consultivo, en contra de imponer el gallego en la enseñanza, que redactó un documento que da cuenta de que la Consellería de Educación no dio audiencia a algunas entidades o asociaciones externas a la Administración, representativas de intereses de los afectados, irregularidad que ya fue denunciada por este consello consultivo en anteriores dictámenes. Además consideró que la lengua oficial de todo el Estado y por tanto de todos los poderes públicos es el castellano.

Bajo este nuevo escenario, una comisión del Partido Popular, integrada por el jurista Pedro Puy y los diputados Roberto Castro y Manuela López Besteiro, revisó con lupa el contenido del decreto, tras lo cual llegó a la conclusión de que se desvía de la doctrina que emana del propio dictamen del Consello Consultivo de Galicia. Fuentes del PP subrayaron que la normativa no garantiza el «derecho individual del alumno» a elegir en qué idioma habla con el profesor. «No podemos asumir algo que no es correcto y que puede ser recurrible antes el Constitucional», abundó la citada fuente, dando por hecho que hoy el PP anunciará oficialmente que se desmarca del consenso.

Núñez Feijóo pareció pillado por sorpresa ayer al ser consultado sobre la retirada del apoyo a este decreto. Poco después, reaccionó y negó en rotundo haber roto el consenso logrado entre las tres formaciones gallegas con representación en el Parlamento autonómico. Aseguró que el PP seguirá apoyando al Gobierno gallego en esta materia «si respeta el informe del Consello Consultivo» sobre el texto. Si se pliega a ese informe, «el decreto será legal y respetará el equilibrio del bilingüismo armónico en Galicia», que es lo que preconizan los populares, adujo su presidente.

Touriño, muy molesto por la retirada de apoyo

Emilio Pérez Touriño, acusó ayer al PPde G de «romper o consenso» establecido en Galicia en torno al Plan de Normalización Lingüística, aprobado por unanimidad en 2004, porque «lle retira o seu apoio» al nuevo Decreto de ensino en lingua galega, que «cumpre estrictamente» el citado plan. En la rueda de prensa tras el Consello da Xunta, que dio el visto bueno al Decreto, Touriño aseguró «lamentar» la actitud del PP, y dijo que «serán eles os que terán que explicalo» porque «houbo un cambio da actitude inicial». Recordó que la normativa fue elaborada con el consenso de todos los grupos desde el principio y que incluso el texto, que fue reelaborado tras pasar por el Consello Consultivo, contó con el acuerdo del PP.

Qué es lo que establece el decreto

A partir del próximo curso los estudiantes de Educación Primaria, Secundaria, Bachillerato y FP, así como las enseñanzas de adultos recibirán al menos la mitad de las clases en lengua gallega, cupo superior al que existía hasta ahora que fijaba que sólo un tercio de las asignaturas se impartía en este idioma.

Además, los niños de Educación Infantil aprenderán a leer y escribir en su lengua materna, aunque cuando vayan cumpliendo años se les irá enseñando a hacerlo en el otro idioma oficial de la comunidad autónoma. La idea es que cuando los niños terminen la enseñanza obligatoria tengan «plenas competencias lingüísticas» en ambas lenguas.

En concreto, en Primaria será obligatorio impartir en gallego las áreas de matemáticas, conocimiento del medio natural, social y cultural, y educación para la ciudadanía y los derechos humanos.
En ESO se dará clase en gallego en ciencias de la naturaleza, sociales, geografía e historia, matemáticas y educación para la ciudadanía, aunque el claustro completará el número de materias que garantice que, como mínimo llegue el cincuenta por ciento.

A favor y en contra

Alfonso Alcalá, presidente de la Congapa, confederación que engloba a las APA de centros privados, asegura que el decreto «va en perjuicio de la lengua castellana. La filosofía del mismo es que se dé en castellano sólo lengua y literatura». El presidente de la entidad considera que no se está dando el mismo trato al gallego que al castellano, ya que se sigue una filosofía similar a la de la legislación catalana. «Un idioma no se puede imponer por decreto», asegura Alcalá, para quien ya actualmente se da más del 50% del currículo en gallego, teniendo en cuenta además que se hace con las materias de más peso, «y los niños en el patio hablan castellano», añade Alcalá, para quien «imponer un idioma es una aberración».

Por el contrario, el presidente de la Federación de APA de centros públicos de A Coruña, Virgilio Gantes, reconoce que el decreto es acertado, ya que pretende que los niños al acabar la educación secundaria obligatoria dominen las dos lenguas. «Lo mejor sería que dominaran tres, castellano, gallego e inglés, lo que sería de una calidad extraordinaria», indica. Gantes no cree que la aplicación a partir del próximo curso provoque problemas si hay profesores suficientes para impartir en gallego las asignaturas, y recuerda que padres y alumnos deben ser conscientes de que «tenemos una educación bilingüe. Un idioma no puede prevalecer sobre el otro. Pero en cuarto de ESO los alumnos deben dominar perfectamente los dos».

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Autor

Luis Balcarce

De 2007 a 2021 fue Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los diez digitales más leídos de España.

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