La ambigüedad de las leyes venezolanas hace que muchos medios y periodistas se autocensuren porque no saben cuando violan las normativas, indicó Ewald Sharfenberg, director ejecutivo del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) de Venezuela, que se refirió al uso de la legislación como táctica para coartar la libertad de prensa.
En una entrevista concedida a Siglo Veintiuno, Sharfenberg señaló que las leyes son tan ambiguas que un juez puede interpretarlas de manera discrecional y considerar si un periodista merece una sanción.
Ha habido varias decisiones del Tribunal Supremo de Justicia, dominado por el gobierno, que establecieron la corresponsabilidad de de directores respecto a declaraciones de fuentes; es decir, si alguien dice algo que según el Código Penal podría ser atentatorio contra la dignidad del presidente, no solamente se sanciona a la fuente sino al editor del medio, dijo el director de IPYS.
El colmo fue hace dos semanas, cuando se quiso introducir la ley de delitos mediáticos; establecía, entre otras cosas, la obligatoriedad de revelar las fuentes, agregó Sharfenberg.
El periodista indicó que todo esto ha creado una atmósfera muy intimidatoria, la cual ha cultivado la autocensura en medios de comunicación que confrontan al presidente Hugo Chávez, que cada vez son menos.
Aunque se dicen contrarios al Mandatario hay temas que no se tocan, un ejemplo de ellos es que se callan todo lo relacionado con una clase empresarial llamada boliburguesía, que es gente que se ha hecho millonaria haciendo negocios con el gobierno, dijo el entrevistado.
Pese a la denegación del acceso a la información los periodistas aún realizan su labor con esfuerzo y vocación.
Para evitar las violaciones a la libertad de prensa el director de IPYS aseguró que monitorean estos temas para que no se conviertan en rutina; los medios no deben dejar pasar que se les vede en una rueda de prensa, es importante monitorear y denunciar desde temprano aunque parezcan incidentes o aislados, señaló Sharfenberg.
