Venezuela expropia la filial de Cemex y compra otras dos cementeras

(PD).- El Gobierno venezolano controla desde la medianoche del lunes en Venezuela (06:30 de la madrugada del martes en España) la industria cementera nacional tras anunciar la expropiación de la filial de la mexicana Cemex, la tercera más grande del mundo, y adquirir los activos de la francesa Lafarge y la suiza Holcim.

«Vence el plazo para las negociaciones y tenemos acuerdos con dos empresas, pero lamentablemente no ha sido posible una negociación con Cemex, y entrará en vigencia la medida de expropiación», dijo a la prensa el Ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez.

«En la medianoche de hoy (lunes) tomaremos el control operacional de las instalaciones de Cemex», agregó Ramírez. El plazo concedido por el Gobierno de Hugo Chávez a las tres principales empresas cementeras instaladas en el país vence sin que se haya alcanzado un acuerdo para la adquisición de Cemex.

«Lo que pretendía Cemex está muy por encima de sus capacidades, requerían más de 1.200 millones de dólares» para venderla, precisó Ramírez, considerando que sus activos están «muy por debajo» de esa cantidad. Cemex es responsable del 50% de la producción de cemento en Venezuela, en tanto que la firma francesa Lafarge y la suiza Holcim producen entre ambas el 50% restante.

Policía para custodiar Cemex

Horas antes de cumplirse el plazo estipulado para la expropiación, la Guardia Nacional (policía militarizada) tomó el control de la planta de la filial de Cemex en el estado Zulia (occidente), según el canal de noticias Globovisión.

Los efectivos policiales entraron a las instalaciones de la compañía, situada en la ciudad petrolera de Maracaibo, en compañía de cuatro jueces. Una fuente de la empresa explicó que todos los centros de distrución de Cemex serán custodiados por la Guardia Nacional hasta que el Gobierno venezolano tome el control de la filial, y la mayor fábrica que la empresa tiene en Venezuela, situada en Pertigalete (en el estado de Anzuátegui), fue tomada por Casa Militar para preparar una más que probable aparición de Hugo Chávez este martes.

En cuanto a las otras dos empresas cementeras, el gobierno venezolano pagará a Lafarge 267 millones de dólares por el 89% de sus acciones. La firma francesa mantendrá 5% de los títulos y el 6% restante se negocia en bolsa. Por su parte, Holcim cederá 85% de sus acciones por 552 millones de dólares y pasará a ser socio minoritario con una participación de 15%.

La ‘fiebre’ nacionalizadora

El Gobierno venezolano ofreció cerca de 819 millones de dólares por Cemex, una cifra cercana a lo pagado por las otras dos filiales extranjeras, pero la empresa mexicana pidió un total 1.200 millones por sus activos, relató el vicepresidente de la República, Ramón Carrizález. Con Lafarge y Holcim «hubo una negociación amistosa», y en el caso de Cemex se respetarán todas las leyes relativas a la expropiación, resumió el vicepresidente.

Chávez anunció en abril la nacionalización de la industria del cemento y ordenó negociar con representantes de Cemex, Holcim y Lafarge para adquirir al menos un 60% de sus acciones. El decreto que reglamentó esta nacionalización en junio preveía 60 días para negociar los acuerdos, plazo que vencía el lunes a medianoche (6.30 horas de la madrugada del martes en España).

La producción de cemento en Venezuela fue de 10,2 millones de toneladas métricas en 2007, de las cuales un 50% correspondió a Cemex, 25% a Holcim y 25% a Lafarge. Chávez se ha quejado de que los planes de construcción de vivienda pública se ven retrasados por el déficit de cemento en el país, que es causado por las cementeras porque, según él, exportan la mayoría de su producción.

La estatalización de esta industria se enmarca en la profunda campaña de nacionalizaciones iniciada por el Gobierno venezolano en 2007 para controlar «sectores estratégicos» en la economía como la industria petrolera, las telecomunicaciones, la electricidad o la minería.

A principios de agosto, el Jefe de Estado venezolano también anunció la primera compra en el sector financiero: la filial venezolana del Banco Santander (SCH), el tercero más grande del país. Analistas estiman que el Gobierno desembolsará entre 1.200 y 1.800 millones de dólares por la entidad. Hasta la fecha, Caracas ha invertido cerca 11.600 millones de dólares en la nacionalización de distintas compañías extranjeras.

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