Los candidatos a la Casa Blanca, bajo la lupa de los grafólogos

Los candidatos a la Casa Blanca, bajo la lupa de los grafólogos

(PL).- Brillante pero fría, idealista pero impulsivo, carismático pero misterioso: éste es el retrato respectivo de los aspirantes a la Casa Blanca Hillary Clinton, John McCain y Barack Obama de grafólogos estadounidenses, mientras la campaña está casi en su apogeo.

Aunque en Estados Unidos la grafología es menos utilizada que en Europa, el arte de analizar la escritura intriga a los medios que, en cada elección, se prestan al juego de la interpretación grafológica de los candidatos.

«Ya en las anteriores campañas, yo participé en los programas. Siempre hay aficionados, que no se toman la grafología en serio. Y eso daña, porque esto funciona», asegura Sheila Lowe, grafóloga certificada hace 40 años en California.

Al examinar las firmas de los tres candidatos, los expertos tienen mucho que decir, aunque la rúbrica no refleje en principio la imagen pública de una persona. «Es la tapa del libro», dice Lowe.

La firma nerviosa del republicano John McCain reflejaría, de este modo, una personalidad orgullosa e idealista, aunque impulsiva. Según Roger Rubin, grafólogo desde hace 30 años, el candidato republicano es capaz «de acciones súbitas en direcciones inesperadas». «Eso refleja su naturaleza impulsiva e impaciente», agregó, mientras que sus colegas detectan las mismas características en una coma agresivamente trazada en forma tosca.

La elegante pero desproporcionada «J» de su nombre John indicaría un gran ego, característica que se encuentra también en la potente «B» de Barack. «Eso muestra que McCain se distancia de sus raíces familiares», asegura Rubin, quien ve la misma tendencia en el senador demócrata por Illinois.

En el caso de Obama, la interpretación de la extraña «O» hecha de un trazo no logra unanimidad: «¡él elimina el apellido de su propia familia!», analiza Rubin, recordando que el senador tenía dos años cuando su padre abandonó el hogar. «Esto es el símbolo de la dualidad de su mundo, blanco y negro a la vez», indica por su parte la grafóloga profesional Paula Sassi.

Si la fluidez de la firma del candidato demócrata es la marca de su alta inteligencia y de su arte de la diplomacia, su falta de legibilidad denotaría la necesidad de proteger su vida privada. «No desea que se le conozca muy bien», resume Arlyn Imberman, autora de ‘Signatures for success’ (‘Firmas para el éxito’). Otros califican incluso su personalidad como «opaca».

La preeminencia de letras mayúsculas indicaría que «bajo el terciopelo hay acero y pragmatismo», dice la especialista en análisis grafológico de personalidades como Napoleón Bonaparte, Adolfo Hitler o Richard Nixon.

Con Hillary Clinton y su firma clara y equilibrada «no hay misterio», dice Sheila Lowe. La simplicidad de sus «eles» sin óvalo sería un signo de un intelecto brillante y de su perfeccionismo, mientras que la verticalidad de la escritura indicaría que la ex primera dama piensa «más con la cabeza que con su corazón».

El alto segundo trazo de la «H» de Hillary sería la prueba de su ambición. «Pero hay suficientes curvas en su escritura para decir que ella se preocupa de la gente», estima Imberman. Sin embargo, contrariamente a la imagen dada por la escritura de su marido Bill Clinton, la candidata carecería de «empatía», sostienen unánimemente los expertos. «Si no se sabe que es de ella, es difícil decir que es una escritura femenina», señala Imberman.

Curiosamente el sexo de un individuo o si es diestro o zurdo raramente es perceptible en la escritura. Barack Obama y John McCain son zurdos, lo que los acerca a los ex presidentes Gerald Ford, Ronald Reagan, George Bush padre y Bill Clinton, aunque esto no implique un pronóstico electoral.

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