«Los juegos de guerra de Chávez»

"Los juegos de guerra de Chávez"

(Máximo Esperanza, Periodista Latino).- Venezuela se prepara para la invasión. Esa es la historia que en un artículo explica el periódico colombiano El Espectador y que publica este sábado. Entrega detalles de los movimientos de Chávez para calmar su angustia ante una supuesta invasión de su más duro adversario: George Bush.

Este es el artículo:

«El sol no ha salido aún en Cojedes, estado centro-oriental de Venezuela, cuando un batallón de soldados desembarca en la zona de El Pao. Una emboscada de combatientes de “resistencia” recibe a los soldados con una descarga de disparos.

Explosiones y gritos se escuchan por todas partes. Hay hombres tirados en el suelo, mujeres con armas en las manos y muchos niños y ancianos atrincherados contemplando el ataque. Diez minutos después, la calma retorna y los uniformados se van.

Así son los simulacros de guerra que desde hace meses se organizan cada fin de semana en muchos estados del país por orden del presidente, Hugo Chávez, quien está convencido de que fuerzas de Estados Unidos van a invadir su país con el fin de controlar las reservas petroleras. La estrategia es armar a civiles y entrenar a los soldados para enfrentar una guerra asimétrica de guerrillas.

En promedio, por ciudad, se han reclutado 300 civiles, entre los que hay desde militares retirados, enfermeras, estudiantes, médicos y hasta actores, profesores e ingenieros que reciben entrenamiento militar: trotan, aprenden el manejo de armas, tanques y minas. La idea, explican los oficiales del ejército venezolano, es formar la mayor fuerza latinoamericana de reservistas civiles.

“Estoy preparado para lo que sea. Mi patria es lo más importante y voy a dar mi vida para defenderla de los gringos”, asegura Estanislao Caviedes, un profesor de 57 años de edad, que nunca había empuñado un arma. Hoy es casi un experto en manejo de rifles y en estrategias de emboscada, dice con orgullo.

En todo el territorio

Las movilizaciones se viven casi simultáneamente en el estado de Vargas, con la diferencia de que en este lugar el protagonismo se lo llevó un convoy de tanques anfibios de fabricación brasileña. Aquí la operación se centra en el agua, desde donde se rechazaría la supuesta incursión estadounidense al país. “El presidente tiene cubiertos todos los frentes. Esos yanquis no nos van a sorprender por ningún lado”, dice un joven de 23 años, estudiante de derecho y fiel militante de las huestes bolivarianas.

Y no son maniobras sencillas. Oficiales de alto rango participan en ellas: tropas de los cuatro componentes de las Fuerzas Armadas regulares de Venezuela: Ejército, Aviación, Marina y Guardia Nacional, y también numerosos integrantes de la Reserva Nacional y de la Guardia Territorial.

Aquí tienen cabida personas de todas las condiciones sociales, habilidades y edades. Los niños son entrenados para esconder comida y las personas ancianas que quieran, pueden colaborar en tareas de retaguardia. Según cifras oficiales, hay aproximadamente 100.000 reservistas desde los 18 hasta los 74 años. Claro que buena parte de este pelotón va por la compensación económica. Por asistir a un rato de entrenamiento reciben US$8.

Inspirados en los combatientes del Vietcong, han cavado túneles en donde se guardarían alimentos y armas. También han entrenado a vigilantes en moto para alertar a los comités de defensa dejando mensajes ocultos entre racimos de plátanos. Gente de las tiendas y vendedores ambulantes han recibido claves secretas.

¿Exageraciones chavistas?

Para los críticos de Chávez, se trata de una forma de mantener distraída a la población mientras llega el momento en que el presidente intente obtener una renovación de su mandato para gobernar por otros seis años. Pero para los partidarios de Chávez, la amenaza de una invasión no debería tomarse tan a la ligera. “Ya vimos lo que pasó en Iraq, así que no deberíamos desestimar las advertencias del Presidente. Él sabe por qué lo dice”, advierte el soldado Alfredo Martínez.

Mientras tanto, el Gobierno no cesa en los simulacros. Este fin de semana los harán con las armas que llegaron de Rusia. El almirante Orlando Maniglia, ministro de la Defensa de Venezuela, anunció la llegada de 30.000 rifles Kalashnikov y la utilización de los mismos en los simulacros.

Funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en Caracas han dicho en repetidas ocasiones que no existe ese tipo de planes ni en lo más mínimo. Sin embargo, todo parece indicar que sus negativas no convencen a Chávez, para quien el tema de los reservistas civiles sirve tanto para fines estratégicos como políticos y además desvía la atención de otras inquietudes nacionales, como la delincuencia.

Su paranoia subió desde cuando Estados Unidos envió un destacamento de 6.500 efectivos militares de Estados Unidos, a lo largo de dos meses, para ejercicios navales en el Caribe. Washington aseguró entonces que el propósito del grupo militar era combatir el narcotráfico y la trata de personas. Pero Chávez lo interpretó como una amenaza.

Poco después de eso, Chávez intensificó los entrenamientos. “Estamos creando la doctrina para que las tropas y los civiles tengan un mejor entrenamiento para una invasión o cualquier cosa”, dijo el teniente de la Armada José Pinto».

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