El enigma de la «munarquía»

El enigma de la "munarquía"

(PD / ÉPOCA).- Un fiscal anticoorupción de Baleares amenaza con sacudir la alfombra y destapar los supuestos abussos de poder realizados por Munar. Ésa nos ería la única cuenta pendiente con la justicia de la mallorquina, que está inmersa en dos procesos judiciales por corrupción. Casualidades de la vida, la fiscalía controlada por es PSOE decidirá sobre ellos.

La Fiscalía Anticorrupción de Baleares estaba reducida hasta hace poco más de un año a un despacho y un teléfono prestados y un ordenador incapaz de reproducir CD. Los márgenes de un pasillo hacían las veces de archivo y por el espacio que dejaban los expedientes se escurría un tipo corpulento y cuarentón, de nombre Juan Carrau. Su cometido, plantar cara a la delincuencia organizada en las islas, según informa Esteban
Urreiztieta en Época
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Pero ha sido él, con sus escasos medios y su capacidad de trabajo, el que ha logrado poner contra las cuerdas a Maria Antònia Munar. La mujer que controla la mayor cuota de poder político conocida en la historia de Baleares y una de las mayores fortunas de las islas. Al mando de un diminuto partido, Unió Mallorquina (UM), uno de los que menos sufragios obtuvo en las pasadas elecciones (28.082), acaba de decidir quiénes gobernarán el archipiélago durante los próximos cuatro años.

De esta mujer de 51 años ha dependido los titulares de las principales instituciones del archipiélago: los del presidente de la comunidad autónoma, la alcaldesa de Palma y la máxima responsable del Consell de Mallorca.

Armada con semejante capacidad decisoria, derivada fundamentalmente de la debacle electoral del PP de Jaume Matas y de la alta abstención, sólo le quedaba abrir la subasta pública y echarse en manos del mejor postor. Así de sencillo.

Los populares se hubieran llevado la palma en cualquier puja al uso. Estaban dispuestos a convertir en primer edil de Palma al concejal de UM Miquel Nadal, que sólo había cosechado dos ediles.

Le ofrecían de nuevo a Munar quedarse con el Consell de Mallorca. Esta institución concentra las máximas competencias urbanísticas de la isla y ha sido dirigida por la número uno de UM ininterrumpidamente durante los últimos 12 años. Matas estaba dispuesto incluso a cederle durante un año su sillón en el Consolat de Mar, sede del Gobierno balear, con tal de mantenerse en el poder. Pero, lejos de reeditar un pacto con el PP, como ocurrió en 2003, Munar se entregó a su deporte favorito, el shopping en la milla de oro madrileña.

De vuelta a Mallorca, despreció a Matas y anunció públicamente que pactaría con el PSOE.

Sigue en Época.

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