Juan C. Osta (Periodista Digital).- El presidente se plantó ante los medios, tras la ruptura del alto el fuego de ETA, cubriéndose las espaldas ante la previsible respuesta. ¿De ETA? No, del PP. Sin una línea clara de cómo actuar ahora contra la banda, tras el fracaso de su política antiterrorista, pero con todo bien agarrado ante la posible respuesta al Partido Popular. Pepiño Blanco y Rubalcaba cogieron un comunicado de Aznar y lo calcaron. O casi. Los medios y periodistas acólitos multiplican el efecto.
Desde la productiva Factoria Pepiño Blanco y con el respaldo de Cadena SER, El País y el tropel de periodistas colocados estratégicamente en tertulias radiofónicas y televisivas, se trata con frenesí de transmitir a la ciudadania la idea de que Zapatero ha reaccionado al reto de ETA como lo hizo Aznar en su día, cuando ETA rompió la tregua el domingo, 28 de noviembre de 1999. En ese caso ETA responsabilizaba de esa ruptura a PNV y a EA, firmantes del Pacto de Lizarra. En este caso, la banda asesina echa las culpas al mismo PNV y también al PSOE.
Pese a los extractos coincidentes, ¿tiene en algo que ver la firmeza y determación de la política de la era Aznar con las decisiones -derivadas de una larga negociación encubierta- claudicantes del gobierno de Zapatero? Es claro que no. Pero la estrategia está perfectamente diseñada. Las conocidas ya como Factoría Pepiño Blanco y Filtraciones Moraleda han puesto en marcha toda su maquinaria para hacer llegar a los ciudadanos que el actual presidente actúa, tras el comunicado de ETA, de la misma manera que el hizo el Ejecutivo que dirigía el Partido Popular. Nada más lejos de la realidad.
La maniobra está perfectamente orquestada. Y desde el principio. Comenzó a los pocos minutos de que los asesinos etarras insertaran su anunciuo en Berria, más tarde en el oficioso Gara, cuando los expertos en comunicación de La Moncloa empezaron a diseñar cómo debería aparecer el presidente socialista y qué debería decir.
Uno de ellos, probablemente, el ministro Pérez Rubalcaba, sugirío que revisasen a fondo discursos anteriores y en concreto los del ex presidente José María Aznar, que aúna la condición de ser la «bestia negra» del PSOE y el «espejo» en el que se mira ZP para justificar cualquiera de sus pifias.
En esa linea, seleccionaron del discurso de Aznar justo tras la ruptura de la tregua trampa de su etapa, cinco párrafos, que insertaron -textaulamente- en el discurso que debería leer Zapatero en la mañana siguiente a conocerse la noticia de la ruptura del alto el fuego.
La intención, no confesada, era tener munición dialéctica con la que replicar al PP, cuando surgieran las primeras críticas.
Es sintomático que en RNE, Cadena SER, Cuatro y El País se haga desde hace horas tanto hincapié en las «similitudes» Aznar-Zapatero. Sin ir más lejos, el diario de Polanco abre su portada de Internet con un video en el que colocan, juntos extractos de los discursos, un vídeo con las declaraciones de ambos presidentes.
ZAPATERO SIGUE LA ESTRATEGIA
El trabajo de los estrategas del presidente fructifica por minutos. Si desde el primer instante los hombres que susurran al oído de Zapatero se pusieron a trabajar a marchas forzadas para tratar de poner el foco en el Partido Popular, el presidente recoge el guante, y tras la primera declaración institucional, en el que utiliza como se ha dicho más arriba párrafos textuales de la declaración de Aznar, el presidente ataca al principal partido de la oposición.
«Es la primera vez que ante la ruptura de una tregua, un partido político sale criticando al Gobierno»
Pura estrategia. No obstante, el presidente sigue sin desvelar cuál es el plan B tras el fracaso estrepitoso de su «proceso de paz». A preguntas del portavoz del PP en el Senado, Pío García-Escudero, Zapatero insiste: «Voy a tener la misma firmeza y determinación para combatir la violencia y amenazas de ETA que ha tenido para buscar la paz«. La misma, dice el presidente.
ENLACES RELACIONADOS
¿Es Zapatero un líder para momentos de crisis?
Zapatero pide apoyo a todos los partidos
Rubalcaba: «De Juana Chaos no será trasladado, en ningún caso, a su domicilio»
Ignacio Cosidó: «Los españoles hemos sido humillados con el proceso»
