Los retos de Rajoy

Los retos de Rajoy

(PD / Época).- Setenta y siete mil votos (77.000) menos que los obtenidos en las municipales de 2003. Casi dos puntos porcentuales perdidos por el camino. Es decir, 67 concejales del Partido Popular que se han quedado a las puertas de sus respectivos consistorios, con la sustanciosa pérdida de poder municipal (y económico) que ello supone para la formación que lidera Mariano Rajoy.

Informa Isabel Abad en Época que es el triste balance de los resultados cosechados por el PP en Cataluña, una comunidad considerada clave de cara a obtener la victoria en 2008 fuerza, el PSN, desde su hundido suelo, está en condiciones de reclamar la presidencia, porque nuestro sistema electoral no da el poder a la mayoría, sino al bisagra.

La propuesta del PP de un pacto para que gobierne el más votado es puro marketing de circunstancias, mero escapismo, estrategia cutre. Una constelación de fuerzas minoritarias, de ideologías diversas y aún enfrentadas, con programas electorales distintos y a veces dándose cien patadas, puede desalojar a la mayoría minoritaria. Así funciona nuestro sistema. Es la ley. Para que gobierne el más votado la solución es bien sencilla: hay que cambiarla.

No hay vuelta de hoja. Rajoy dijo algo de eso después de las elecciones gallegas y luego se hizo el silencio. Los ciudadanos cada vez se dan más cuenta que en muchos sitios da lo mismo a quién votes, porque luego vienen los pactos y los programas no han servido de nada, porque se termina gobernando con otro resumen de todos ellos o con el de la fuerza más minoritaria
y radical. Y con un concreto que a todos aúna, aunque hasta el día de antes estuvieran a la greña: poder; o sea, botín electoral. Mientras dure la fiesta, porque nuestro sector político está disparado.

Todo esto -nuestro nefando sistema electoral, este insufrible clima poselectoral de mercadeo- explica muchas cosas; entre otras, que cada vez más gente se abstenga. De esto, se habla poco, porque no interesa a la clase política.

Resulta tan entretenido como decepcionante asistir, por enésima vez, al espectáculo de los pactos, a la entrega del poder a las minorías. En Cataluña cada vez vota menos gente y cada vez vota menos gente al tripartito, pero el tripartito cada vez gobierna en más sitios. En
Navarra, UPN sube, pero puede perder el poder.

Camino de La Moncloa

Si a ojos de los analistas, el liderazgo de Piqué supone uno de los principales obstáculos de puertas adentro que Mariano Rajoy habrá de sortear en su carrera hacia el palacio de la Moncloa, de puertas afuera, la definición -o no- de una política de posibles pactos poselectorales divide a la afición popular.

Pletórico y sobrado de confianza, ese bien que tanto ha escaseado en su partido a lo largo de los tres últimos años, Mariano Rajoy está “crecido”, dicen sus allegados, tras el que ha calificado como “el mejor resultado de la historia del PP en número de votos y porcentajes”.

El recuento del 27-M -160.000 más que el PSOE en el cómputo de las municipales- “le ha dado fuerza”; y, según fuentes de su entorno, ahora, por fin, cree que le es posible ganar en 2008.

Sigue en Época.

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