Los millonarios rehenes británicos de Irán

(Agencias / PD).- Tony Blair, con una inusual decisión, ha autorizado a los 15 marines que estuvieron cautivos en Irán durante casi dos semanas a vender sus historias a los medios de comunicación. Ellos no lo han dudado un instante y han firmado contratos millonarios con diferentes medios. La polémica ha saltado en Gran Bretaña.

La decisión del gobierno británico fue anunciada en momentos en que Londres y Teherán parecen enfrascadas en una verdadera batalla mediática. Irán difundió ayer nuevos videos en los que se ve a los soldados capturados jugando al ajedrez y mirando televisión, en una aparente respuesta a las acusaciones de los militares contra Teherán, en el sentido de que fueron sometidos a una presión psicológica constante durante su cautiverio.

El permiso otorgado por el Ministerio de Defensa, por el que los marines podrían ganar hasta 500.000 dólares, fue duramente criticado por la oposición y por familiares de soldados muertos en Iraq, que calificaron la decisión de «simple ejercicio de propaganda«.

Aunque el reglamento castrense prohíbe a los militares británicos llegar a acuerdos financieros con los medios, el Ministerio de Defensa dijo que había decidido conceder estos permisos a los soldados, dadas las «excepcionales circunstancias» del caso y el enorme interés de la prensa.

Los 15 militares -siete infantes de marina y ocho marineros- fueron detenidos el 23 de marzo pasado en aguas del golfo Pérsico por las autoridades iraníes, que los acusaron de invadir su territorio, algo que Londres ha negado reiteradamente. Los soldados fueron liberados el jueves pasado.

La disputa por la captura de los marines elevó las tensiones entre Irán y las potencias occidentales, enfrentadas por el controvertido programa nuclear iraní, y acaparó los titulares de los diarios en Gran Bretaña y en todo el mundo.

La crisis tuvo como condimento una intensa campaña propagandística por parte del régimen islámico, que divulgó permanentemente videos de los cautivos en los que afirmaba que los soldados habían confesado haber ingresado en aguas iraníes. Teherán continuó ayer con esta campaña mediática, al difundir nuevos videos en los que se ve a los soldados jugando al ajedrez, a la cartas y mirando partidos de fútbol por televisión.

Lo hizo sólo dos días después que los soldados liberados emitieron una declaración conjunta en la que afirmaron que durante su cautiverio de 13 días estuvieron maniatados, con los ojos vendados, aislados y sometidos a una «constante presión psicológica«.

Esa declaración de los soldados había sido interpretada como un intento del Ministerio de Defensa por acallar las críticas de los medios, según los cuales los marines cedieron demasiado rápido a la presión de los iraníes.

En medio de la polémica, el Ministerio de Defensa se vio forzado ayer a defender su decisión de autorizar a los soldados a vender sus historias.

«Está claro que las historias que ellos tienen que contar iban a emerger a la luz pública a través de los familiares y amigos, sin importar la decisión que tomase la armada«, señaló el ministerio en un comunicado. Una vocera de esa cartera dijo que los soldados podrán quedarse con el dinero que reciban.

Las transacciones entre civiles que venden sus historias y los medios son normales en Gran Bretaña. Pero la idea de que los militares en actividad obtengan ganancias económicas, en momentos en que otros miles enfrentan la muerte cada día en Iraq y Afganistán, provocó una ola de críticas.

Según cálculos de la prensa británica, los soldados podrían ganar hasta 500.000 dólares.

El diario The Sunday Times informó que la única mujer del grupo, Faye Turney, de 26 años, podría ganar hasta 300.000 dólares en acuerdos con el canal de televisión ITV y un diario. La historia de Turney, madre de una niña de tres años, despertó un gran interés mediático.

El teniente Felix Carman, uno de los militares capturados, dijo ayer que no le interesa ganar dinero. «Mi objetivo central es contar la historia«, afirmó.

«Algunos podrían ganar dinero con ello, pero ésa es una elección personal».

La decisión de permitir a los soldados vender sus historias a la prensa fue criticada por militares y políticos de la oposición.

«Mucha gente que compartió la ansiedad de la detención de los rehenes sentirá que vender sus historias es indigno«, dijo el vocero de Defensa del Partido Conservador, Liam Fox. Y el encargado de Relaciones Exteriores del partido afirmó que cuestionará la decisión en el Parlamento.

Por su parte, el coronel Bob Stewart, que comandó las fuerzas de paz británicas en Bosnia, afirmó que «los rehenes liberados están actuando como si fueran estrellas de un reality «.

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