Cuatro periodistas, cuatro mujeres… y cuatro vergonzosos vetos en Arabia Saudí

Cuatro periodistas, cuatro mujeres... y cuatro vergonzosos vetos en Arabia Saudí

Elena de Regoyos (Periodista Digital).- Cuatro mujeres acompañaban al ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar en su visita a Arabia Saudí, y las cuatro, por su condición femenina, fueron vetadas a las puertas de la universidad en la que éste iba a dar una conferencia. Fuera como acto de protesta por semejante discriminación o por la falta de cobertura mediática que esto suponía para su conferencia, el ministró la canceló.

Pero no debe quedar en eso el suceso. Recordemos que no hace mucho, el pasado mes de abril, la Reina Sofía fue duramente criticada por la prensa saudí, y alabada por la española, al negarse al sometimiento que sufren allí las mujeres. Durante los días de su visita oficial vistió de fucsia con falda por debajo de la rodilla (mostrando los tobillos), con pantalones burdeos y con un vestido de gasa floreado color pistacho. Por supuesto, sin pañuelo que le cubriera la cabeza, cosa que sí se vieron obligadas a hacer las periodistas españolas que la acompañaban.

LAS CUATRO ESPAÑOLAS DISCRIMINADAS

En esta ocasción eran cuatro los medios de comunicación que acompañaban al ministro, y como enviadas de los mismos, las cuatro periodistas eran mujeres, según han confirmado los propios medios afectados a Periodista Digital. Olga Escolano de Radio Nacional de España, Esther Bazán de la SER, Patricia Rosety de la cadena COPE y Carmen Naranjo de la agencia EFE.

López Aguilar suspendió la conferencia que tenía previsto impartir este lunes en la Universidad islámica Imam de Riad. Las autoridades universitarias alegan que se trata de un centro exclusivamente masculino y que no consideraban adecuada la presencia de mujeres, ya que no existen precedentes de ello.

No obstante, y pese al bochornoso suceso acaecido con las periodistas españolas en este viaje, desde prensa del Ministerio de Justicia -curiosamente una mujer- no se han mostrado especialmente críticos con lo sucedido ante las preguntas de Periodista Digital, comentando sin demsiado interés en el tema que

«por supuesto esto no supondrá ningún cambio de planteamiento» en el protocolo de los viajes oficiales a países islamistas.

¿SÍNDROME «DE ESTOCOLMO»?

Paradójicamente, y pese a la discriminación a la que han sido sometidas durante este viaje, tanto Carmen Naranjo, de EFE, como Esther Bazán, de la SER, han preferido destacar en sus crónicas el tratamiento «exquisito» que han recibido durante el resto del viaje, antes que denunciar las miles de situaciones vejatorias que padecen las mujeres en ese país diariamente.

Dice así la nota de EFE:

«En contraste con los responsables de esta universidad islamista, las autoridades han permitido que las cuatro mujeres periodistas que acompañan a la delegación española hayan asistido a todos los actos previstos e, incluso, pudieron presenciar la reunión bilateral que mantuvieron el domingo López Aguilar y el ministro de Asuntos Religiosos, Saleh Mohammed Al Sheik.»

Y así la de la SER:

«La actitud de los responsables de esta universidad islamista contrasta con la mantenida por las autoridades del país durante la visita del ministro y la delegación española, que ha sido adecuada en todo momento y con un exquisito respeto hacia la profesión periodística ejercida en este caso por mujeres.»

Por su parte, Patricia Rosety, de la Cadena COPE, si bien reconoce que el tratamiento ha sido exquisito, advierte que se ha debido, en gran medida, a que formaban parte de la delegación y le ha sorprendido la actitud tomada por los islámicos ya que «respetamos todas las normas y no nos dejaron entrar».

«El trato a lo largo del viaje por parte de las autoridades ha sido supercorrecto. De hecho nos ha llamado la atención la exquisitez, quizás es porque íbamos con una delegación. Supongo que si vas sola o en otra circunstancia no sería así. Pero lo cierto es que nos han tratado muy bien.»

LA SITUACIÓN DE LA MUJER EN ARABIA SAUDÍ

Un informe de Amnistía Internacional recogía, hace no mucho tiempo, que la discriminación contra la mujer en este país alcanza a prácticamente todos los aspectos de la vida, incluidos la familia, la toma de decisiones, el empleo, la educación y el sistema judicial. Esta discriminación agrava la amplia gama de violaciones de derechos humanos denunciadas habitualmente en Arabia Saudí.

«La vida de las mujeres saudíes está regida por una red de costumbres, normas y edictos religiosos. El Estado controla prácticamente todos los aspectos de su vida cotidiana, desde su derecho a la libre circulación hasta su derecho a recibir una reparación cuando son víctimas de agresiones violentas».

Tener que vestir todo el día con la `habaya´, una especie de sotana negra de nylon, de la cabeza a los pies, no poder salir sin un hombre a la calle o no tener derecho a conducir un vehículo son sólo unos pocos ejemplos de la terrible discriminación que la mujer sufre en Arabia Saudí.

ALMUDENA ARIZA: LA VOZ DE LA EXPERIENCIA

Ya se pronunció con el gesto valiente de la Reina el pasado mes de abril, y vuelve a hacerlo ahora para Periodista Digital. La corresponsal de TVE Almudena Ariza se ha visto en más de una ocasión en situaciones semejantes, y mucho peores que la descrita:

«No me sorprende nada que pasen estas cosas en este tipo de países. Para ir a Irán, desde el mmento en que te subes al avión te advierten para que te cambies de atuendo, y una vez allí hay una Policía que vela por las costumbres islámicas».

Aprovecha la corresponsal el suceso ocurrido con la delegación del ministro López Aguilar para lanzar un mensaje al Gobierno:

«Me encantaría que se intentaran todos los gestos posibles para evitar que hechos de este estilo vuelvan a ocurrir, y que se hable de ello para que estos temas no se olviden».

LAS PEORES EXPERIENCIAS

Tras haberse `pateado´ medio mundo micrófono en mano, Almudena Ariza recuerda cuáles han sido los peores momentos de discriminación que ha vivido, y dónde:

«He tenido muy malas experiencias en Afganistán, en la época talibán, y después también, porque no ha cambiado tanto. Tambien en Paquistán, Irán y Arabia Saudí.

En Irán, cuando el terremoto de Bam, me escondía entre las ruinas para hacer las entradillas sin velo, sin embargo debió de haber un soplo y la policía islámica me detuvo cuando grababa una entradilla sin cubrirme.

Otra vez, en Paquistán, me apedrearon porque se me veían cuatro pelos y en las zonas chíies de Iraq estás obligada a vestir la `habaya´, una túnica negra de nylon que da muchísimo calor».

¿ES POSIBLE PLANTARSE? DÍGASELO A LOSANTOS

En la Primera Guerra del Golfo, las periodistas estadounidenses que informaban desde Arabia Saudí aparecían ante las cámaras, en un principio, subiertas con el velo, como muestra de respeto hacia las «costumbres» del lugar. No obstante, un toque de la Casa Blanca las hizo cambiar radicalmente de postura:

«Si hemos hecho esta guerra es presisamente para liberar a las mujeres de este tipo de cosas».

Este toque de atención fue un hito, y logró que sus periodistas condujeran vehículos (prohibido para las mujeres) e informaran con la cabeza descubierta.

Algo así hubiera querido Federico Jiménez Losantos que hicieran las corresponsales de TVE en el último conflicto en Iraq, pero se defiende así Almudena Ariza:

«Me dolió muchísimo que se nos criticara por aparecer con velo, porque lo hacíamos estrctamente por seguridad personal. me han llegado a apedrear por no cubrirme la cabeza, y aparecer así en antena era incluso una crítica encubierta, denunciando que ni nosotras, periodistas occidentales, teníamos más remedio que hacer las cosas de ese modo.»

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