(Periodista Digital / EFE)-. La fotografía de la niña Violeta, rescatada entre los restos del Metro de Valencia, dio la vuelta al mundo. Su imagen se convirtió en icono del dolor de Valencia y España. Este jueves su madre, que se debatía entre la vida y la muerte, ha fallecido y se ha convertido en la victima número 42.
Violeta, vecina de Torrent, abrió las portadas de toda Europa cuando era llevada en brazos de uno de los muchos héroes anónimos que se echaron a las calles a socorrer a los vecinos. La pequeña de 11 años es una joven promesa de la gimnasia, cuya carrera podría haber quedado marcada prematuramente por indeseables lances del destino.
Ingresada en el hospital infantil de la Fe, evoluciona favorablemente de sus heridas y, según fuentes del centro médico, está fuera de peligro.
Esta niña, con toda una vida por delante, alcanzará sus metas, se realizará como persona pero desde este jueves le faltará alguien a quién hacer sentir orgullosa de sus gestas personales y profesionales.
La madre, de 41 años, se ha convertido en la víctima número 42 del peor accidente que ha sufrido el metro en nuestro país.
Según el director del centro hospitalario La Fe, Vicente Gil Suay,
No ha sido posible obtener su recuperación, a pesar de todas las medidas médico-quirúrgicas que se han intentado establecer.
