Sandra Remón (Periodista Digital).- Si es usted famoso, está harto de que le filmen cuando va o vuelve de un viaje y tiene entre 80 y 230 euros, puede olvidarse de los incómodos paparazzi del madrileño aeropuerto de Barajas. Se acabó el recorrer los largos pasillos de la T-4 empujando el carrito y esquivando las cámaras y los micrófonos. El aeropuerto ha acondicionado unas salas para la espera de estas personadidades, previo pago, claro.
Se trata de una zancadilla para los periodistas de programas del corazón y los paparazzi de las revistas del papel cuché que busquen la imagen y las declaraciones del famoso de actualidad. Con estas «trincheras» para famosos, los paparazzi tendrán que conformarse con fotografiar a los «famosillos» que no quieran gastarse los 80 euros que viene a costar una estancia de dos horas en esta Sala de Personalidades.
Las comodidades son máximas: catering, Internet, duchas… y están pensadas para famosos, políticos y gentes de negocios. Ofrecen la comodidad de poder descansar mientras se espera a la salida del vuelo o de cerrar negocios sin tener que trasladarse hasta la ciudad. Además, estas salas conectan directamente con el aparcamiento, por lo que si no se quiere, no hace falta mezclarse con el «común de los mortales».
Señores del mundo del corazón… vayan buscando nueva «línea de tiro».
