Serge July confirma su dimisión como director de ‘Liberation’

(PD/Agencias).- El presidente y director de Libération, Serge July, confirmó este jueves , «infinitamente triste», su dimisión, a petición del accionista mayoritario desde abril de 2005, Edouard de Rothschild. El carismático cofundador de este rotativo, que desde hace años sufre pérdidas continuadas, estuvo al frente de la redacción desde 1972, fecha de su salida a la calle, y confirmó su marcha en un texto leído ante el comité de redacción.

«El jefe de orquesta que fui os dice adiós, el periodista también, infinitamente triste por no poder escribir más aquí», dijo el presidente del diario fundado con amigos de ‘revolución’, como el filósofo Jean Paul Sartre, su primer director, Benny Lévy o Maurice Clavel.

«Minutos antes» de presentar su dimisión al consejo de administración, este apasionado amante de cine y de teatro de 63 años, también conocido como ‘Citizen July’, leyó su último texto para Libération en medio de un gran silencio, seguido de numerosos aplausos, contaron sus asistentes.

Su intervención seguía al voto del personal del diario, que anoche aprobó la cogestión interina entre su segundo accionista, la Sociedad Civil de los Personales de Libération (SCPL), propietaria del 18,4 % del capital, y el primero, en posesión de un 38,8%. Votaron 271 empleados de los 369 inscritos, 164 a favor de esta nueva estrategia para salir de la crisis, 101 en contra, cinco utilizó votaron en blanco y una de las papeletas fue declarada nula.

El histórico diario pasará a ser dirigido de momento por dos gerentes, Vittorio de Filippis, propuesto por la SCPL, y Philippe Clerget, por Rothschild, quien aportó veinte millones de euros en concepto de ampliación de capital en 2005, año en que Libération vendió 136.921 ejemplares diarios y perdió 14 millones de euros.

Se creará, asimismo, un «comité operativo» para aplicar las medidas de reestructuración que se imponen, buscar cómo economizar seis millones de euros anuales en el actual contexto de erosión de ventas y un socio capaz de aportar nuevo capital, que podría ser, según el diario económico La Tribune, el grupo belga Rossel.

«Obligado y forzado»

El actual director de la redacción, Antoine de Gaudemar, decidió «acompañar este período transitorio», para «defender los intereses» de la redacción y del diario, «de acuerdo» con Serge July, quien deja su periódico «obligado y forzado», según aseguran sus próximos.

Mientras llegan las reacciones oficiales a su partida, Le Monde resumió su carrera el 16 de junio, tres días después de que July anunciase estar dispuesto a irse de verdad si Rothschild se lo pedía y garantizaba la «perennidad» del rotativo. En la década de los 80, con el lanzamiento de Libe 2, resaltaba el vespertino, el ex militante maoísta «creó con sus manos el diario más vivo, más dinámico, más representativo de una generación, capaz de inquietar con una mirada diferente sobre las cosas».

El entonces asiduo del presidente socialista Francois Mitterrand, cambió también de imagen, se engominó el pelo y empezó a trajearse con paños de la mejor calidad, cuando, añadía Le Monde, pocos años antes, la redacción de Libération llegó a votar la compra de un traje para su director, «más adecuado» para codearse con «los poderosos» que el «eterno mono» que apenas ocultaba su cazadora de cuero. Décadas después, las relaciones del mítico director con su redacción también cambiaron y los más jóvenes ya no tienen con él «la tierna fidelidad» de los antiguos.

«Para nosotros, es Serge, para ellos, es July. Nosotros le tuteamos, ellos le tratan de usted», explicó a Le Monde uno de ellos. A la vez, buena parte de la plantilla se fue haciendo cada vez más crítica con su patrón, por sus apariciones televisadas, su defensa del «liberalismo libertario», del mundo empresarial o su acusación de «xenófobos» destinada a quienes votaron «no» a la Constitución europea.

El famoso comunicólogo, a menudo por delante de su tiempo, busca ahora otros caminos profesionales en su vida, concretamente con la productora y cineasta Marie Genin, de cuyo brazo subió el pasado mayo las escalinatas rojas del Festival de Cannes. Presentaban fuera de competición, en la sección oficial Cannes Clásicos, el documental ‘Il etait une fois… Rome ville ouverte’, que ambos habían codirigido.

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