La prensa italiana, obligada a silenciar la desaparición de dos hermanos

(PD/Agencias).- Tras once días de la desaparición de dos hermanos en la localidad italiana de Gravina (sur) y el constante cruce de acusaciones de los familiares recogido en todo detalle por los medios de comunicación, la Fiscalía decidió hoy imponer cuatro días de silencio de prensa para no dañar la investigación.

El fiscal encargado del caso, Antonio Lupo, decretó con efecto inmediato el silencio de prensa, de manera que los medios no podrán referirse al caso, para no «perjudicar la investigación», informó la Jefatura Superior de Policía de Bari, en un comunicado.

Lupo considera que las declaraciones que aparecen constantemente en los medios y las informaciones sobre el desarrollo de las pesquisas pueden «perjudicar las investigaciones y contaminar las fuentes de prueba».

El presidente de la Asociación de Periodistas de la región italiana de Puglia, Michele Partipilo, se mostró en contra del silencio de prensa impuesto por el fiscal, según un comunicado.

Partipilo indicó que «el derecho a la información en el caso de los sucesos de interés público está garantizado» por la Constitución italiana, por lo que «nadie puede imponer el silencio de prensa u otras formas de autorización o censura».

La desaparición de Francesco y Salvatore Pappalardi se produjo hace once días en la localidad de Gravina, donde vivían con el padre, que tiene la custodia, y en un primer momento se consideró una huida voluntaria de los hermanos para ir con la madre.

Con el paso de los días y mientras seguían las labores de búsqueda, los investigadores fueron ampliando sus pesquisas al pensar que los pequeños podían contar con la ayuda de adultos, y en la actualidad no se excluye ninguna hipótesis, desde el accidente hasta el secuestro.

La desaparición está centrando toda la atención de los medios de comunicación italianos, tanto porque se trata de dos niños, de 13 y 11 años, como por la polémica actitud de los padres y otros miembros de la familia, que se acusan unos a otros de lo sucedido.

La última en hablar con la prensa ha sido la abuela materna de los niños, Antonietta Lanzone, que acusa de su hija de haberlos secuestrado, aunque los investigadores, según medios locales, no dan mucha relevancia a sus palabras pues ambas mantienen una mala relación.

La abuela, en una entrevista con el diario «La Repubblica», asegura que «por quitarle los hijos al padre sería capaz de todo» e incluso manifestó su temor de que los pequeños hayan sido asesinados.

La semana pasada, fue la madre de los niños, Rosa Carluci, quien lanzó a través de los medios de comunicación duras acusaciones contra su ex marido Filippo Pappalardi, del que aseguró que los había secuestrado y matado para que no estuvieran con ella.

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