Quién es quién en el círculo de ZP

(PD/Agencias).- ¿Con quiénes habla el presidente José Luis Rodríguez Zapatero? ¿A quiénes consulta cuando debe tomar una decisión de calado político? El secretismo con que se ha venido gestionando el anuncio de «alto el fuego» de ETA ha disparado el interrogante en buen número de corrillos políticos.

Explica Miguel Ángel Orellana en ElSemanalDigital que, más allá de manipulaciones, tergiversaciones, filtraciones o intereses cruzados, de los tópicos de que el presidente del Gobierno «ha escuchado a todos y luego ha ido haciendo lo que piensa» o «atesora distintas influencias, dependiendo del asunto en cuestión«, un hombre descuella como el más influyente: el recién nombrado ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El «tronco de ZP» toma los mandos

Es quizá el político que más apodos ha cosechado. Ya cuando era ministro de Felipe González no faltó quién le bautizase como el «Fouché cántabro«, no se sabe si por su pericia para sobrevivir a las intrigas políticas o por su eficacia al servicio de su amo. «Maestro de maestros«, pero también «Rasputín del PSOE» o «jefe del comando del agit-prop» son otros alias que merecidamente le han colgado de su currículum.

En cualquier caso, nadie en el partido socialista cuestiona la influencia de Pérez Rubalcaba en Rodríguez Zapatero. Más aún tras su ascenso al frente del Ministerio de Interior.

En La Moncloa comentan:

«Alfredo conoce a fondo el tema central del terrorismo. De hecho, fue el artífice de la resolución que concedía permiso al Gobierno para iniciar las negociaciones con ETA. Él ha sido pieza clave para desactivar al PNV y crear las condiciones que han llevado al actual proceso».

Oído lo cual, la decisión de nombrarle ministro suponía únicamente para el presidente del Gobierno «retirarle» de otras tareas; igualmente sensibles, cierto, pero el anestésico de la «paz» se presupone clave para mantener el poder.

La amistad entre Rodríguez Zapatero y Pérez Rubalcaba viene de lejos. De 1996 a 2000, el actual presidente y el nuevo ministro del Interior trabajaron codo con codo en el Parlamento y realizaron «misiones» aún hoy secretas. Lo que no impidió que en el 35º Congreso del PSOE, Pérez Rubalcaba apostase por José Bono. Pero llamó a su amigo José Luis para recomendarle: «No te presentes, te van a destrozar«.

La noche de su triunfo, Rodríguez Zapatero habló más de dos horas con Pérez Rubalcaba, hasta que éste se quedó sin batería en el móvil. Así pues, la victoria del 14-M no supuso más que confirmar que Pérez Rubalcaba iba a ser una pieza clave del Gobierno, el «tronco» del jefe.

Blanco, a la otra vera de Zapatero

Tras Pérez Rubalcaba, el segundo más influyente en el jefe del Ejecutivo es sin duda el secretario de Organización del PSOE, José Blanco. Es, «con toda seguridad«, según los consultados, la otra persona que más habla con el leonés. Los tres, Rodríguez Zapatero, Pérez Rubalcaba y Blanco, éste controlando todos los resortes del partido, son el trío que conforma el núcleo duro del poder.

Es un triunvirato que no siempre ha estado bien avenido. De hecho, cuentan en la sede de Ferraz que últimamente Pérez Rubalcaba y Blanco «estaban distanciados» por todo un cúmulo de «diferencias personales«.

Otros dos personajes que tienen su sitio al lado de Rodríguez Zapatero en La Moncloa son la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el director del gabinete del presidente, José Enrique Serrano. Los rumores hasta finales del pasado año apuntaban a que ambos acumulaban trabajo y gestionaban demasiado. Tanto que a veces han originado un tapón que afectaba a no pocos ministerios.

Los dos trabajaron en los gabinetes de Felipe González y las nuevas generaciones de ministros han tenido que apechugar con ellos en dos puestos codiciados. «Nunca se sabrá con certeza los agujeros que han tapado«, destacan las fuentes monclovitas.

Sin ministros

El titular de Defensa, José Antonio Alonso, es el único amigo de juventud que tiene José Luis Rodríguez Zapatero en el Gobierno. Luego están otros como el responsable de Administraciones, Jordi Sevilla, o el de Industria, José Montilla.

Las mismas fuentes subrayan:

«Las reformas de los estatutos de autonomía y la particular situación en Cataluña les viene convirtiendo en dos valiosos interlocutores. Montilla más si cabe, porque es el primer secretario del PSC».

Con todo, ninguno de los ministros –a excepción del ya mencionado Alonso– comparte los fines de semana presidenciales, con familia incluida. Y es que entre sus amigos reconocidos se halla, por ejemplo, el ex secretario de las Juventudes socialistas, Javier de Paz.

Desde el entorno presidencial se ha filtrado que Rodríguez Zapatero y Paz comparten charlas y fines de semana, juegan al baloncesto juntos y mantienen una relación idéntica a la de hace años, cuando Rodríguez Zapatero era un anónimo diputado.

Una segunda amistad es José Andrés Torres Mora, el primer jefe de gabinete del leonés en Ferraz. A él le achacan haber puesto de moda en la sede del PSOE a Phillip Petit, autor de Republicanismo. Una teoría sobre la libertad y el Gobierno o los escritos de Jürgen Habermas o de Zygmunt Bauman, estudioso del concepto de memoria histórica.

Cabe deducir que su amigo y los citados filósofos han inspirado al presidente del Gobierno en el ejercicio de su tarea, además de algún reconocido sociólogo o ciertos periodistas del Grupo PRISA a los que llama directamente.

El hermano, el primo y la esposa

Punto y aparte es la influencia de su hermano Juan, mayor que José Luis Rodríguez Zapatero, que sigue al frente del despacho de abogados en León que fundó su padre. Al parecer, el «hermanísimo» es una pieza clave para el jefe del Ejecutivo. «Siempre está ahí cuando el presidente le necesita«, aducen en La Moncloa. Rodríguez Zapatero se llevó consigo a Palacio a su primo, José Manuel Vidal Zapatero, que dejó su plaza en la Universidad para trabajar en Asuntos Institucionales.

¿Y Sonsoles Espinosa? Los consultados insisten en describirla como «discreta hasta decir basta«. Y añaden:

«En su casa, de puertas adentro influirá todo lo que sea, como toas las mujeres. En los viajes presidenciales, si se habla de asuntos de Gobierno, se retira a un lado, se conecta un discman y hasta otra…».

Otras fuentes, sin embargo, le achacan que el presidente del Gobierno preserve al máximo para su familia los fines de semana. En ocasiones, algún colaborador ha intentado tratar con José Luis Rodríguez Zapatero un asunto urgente y el jefe del Ejecutivo le ha contestado que lo más urgente son Alba y Laura, sus hijas.

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