¿Es Boadilla del Monte la versión madrileña de Marbella?

¿Es Boadilla del Monte la versión madrileña de Marbella?

Sandra Remón (Periodista Digital).- ¿Se estará convirtiendo Boadilla del Monte en la Marbella madrileña? El Mundo así lo cree. En un artículo que el pasado domingo firmaba Jesús Cacho -quien no perdona una a Emilio Botín- se afirma textualmente que el presidente del BSCH se ha hecho construir una ciudad financiera en la localidad madrileña «violentando a lo marbellí los planes urbanísticos locales».

La noticia publicada a finales de la pasada semana en la sección Nueva Economía de El Mundo trataba sobre el banquero español que «quiere un sindicato amarillo para el Santander». El articulista, después de introducir el tema recordaba que:

«En las elecciones de 2002 apenas pudo alcanzar un modestísimo 11%, y ello a pesar de que Recursos Humanos se volcó en toda clase de ayudas, incluidas las dinerarias, en su favor».

Una vez expuestas las claves surgieron algunas preguntas:

«¿Qué había pasado? ¿Cómo el sindicato antaño hegemónico, el artificio creado y mimado por Botín sénior para impedir que los rojos se apoderasen de la empresa, podía haber quedado reducido a tamaña expresión residual?»

El urbanismo de Boadilla, a colación

«Finales de verano de 2005. En la ciudad financiera que Botín se ha hecho construir en Boadilla del Monte violentando a la marbellí los planes urbanísticos locales (corporación del PP), inmediatamente después de recibir en audiencia a Santiago Barriocanal, secretario general del FITC, el gran capo reúne en su derredor a J.L. García Candelas, director general de la línea comercial; J. Mateache, director general de Medios; J.L. Gómez Alciturri, responsable de Recursos Humanos, y R. Fernández Villar, encargado de la unidad Gestión negocios España y Portugal, eufemismo que designa al brazo armado encargado de la regulación de plantillas en la península ibérica».

En respuesta a la acusación a la localidad, el Ayuntamiento rectifica al diario «en aras de preservar su integridad y buen nombre» desglosando su explicación en tres puntos:

«1.- La ciudad financiera del Santander ha sido construida bajo el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente, aprobado por la Corporación municipal y por la Comunidad de Madrid. En concreto, y dentro del PGOU, está ubicada dentro del Plan Parcial de actuación en el Sector Sur 4.1 de dicho plan, contando con todos los informes favorables técnicos y jurídicos, además de cumplir escrupulosamente con todos los requisitos legales exigidos.

2.- En ningún momento el Plan General de Ordenación Urbana de Boadilla ha violentado voluntad alguna. Nos parecen desafortunadas las afirmaciones que establecen una comparación de la construcción de la ciudad financiera del Santander con las pésimas y graves actuaciones llevadas a cabo en el Ayuntamiento de Marbella.

3.- Afirmar que el Plan General de Boadilla del Monte se ha violentado a la marbellí, nos parece una afirmación temeraria y grave, máxime cuando se ha actuado de manera escrupulosa, clara y legal, con lo que sería del todo deseable una rectificación pública. Ayuntamiento de Boadilla del Monte».

«El encinar está en peligro… ¡acudid a salvarlo!»

Hace exactamente cinco meses y en Ladrillos, uno de los blogs estrella de la BlogZone de Periodista Digital, Boadilla también fue tema importante y también por las tropelías urbanísticas.

«El encinar está en peligro… ¡acudid a salvarlo!». La pintada aparece a un lado del arcén de la M-511, la que la gente conoce como «carretera de los pantanos». La llamada hace referencia al histórico bosque que rodea el Palacio de Boadilla y que va camino de desaparecer, para dejar sitio a una urbanización de superlujo.

Como subrayaba Esther Sánchez en el diario El País , el municipio de Boadilla ha autorizado a AZATA SA la construcción de 219 chalés de lujo:

«lo que acabará con una importante masa de encinas -algunas de ellas centenarias- y pinos».

El alcalde de la localidad, Arturo González Panero, miembro destacado del PP, sostiene que la parte de la finca con mayor arbolado pasará al municipio:

«Lo que garantiza su preservación».

No es esa la opinión de los grupos ecologistas agrupados bajo el paraguas de Ciudadanos contra la Especulación, quienes denuncian que la actual expansión urbanística no está facilitando el acceso a la vivienda y, sin embargo, está deteriorando aceleradamente el entorno natural y la calidad de vida de la gente común y corriente.

Como reseñaba El País en su edición del 19 de noviembre, Boadilla conserva una importante masa de bosque mediterráneo declarado de utilidad pública dentro de su término:

«La parcela que ahora se pretende urbanizar está pegada al bosque, por lo que tiene una parte donde existen numerosos pinos y encinas […] Los ecologistas sostienen que urbanizaciones como la Alcazaba de Boadilla que construirá AZATA SA cercan el monte, que todavía queda intacto, y contribuyen a su paulatina degradación».

El proyecto de AZATA SA, que lleva como nombre La Alcazaba de Boadilla, ha sido diseñado por el arquitecto Leopoldo Arnaiz, quien sólo hace dos años apareció como imputado, junto al ex alcalde de Alcorcón, Pablo Zúñiga, en un affaire de recalificaciones fraudulentas, que se conoce como el Escándalo de Compodón.

En aquel asunto y como figura en el escrito del fiscal Emilio Valerio, estaban también implicados los constructores Francisco Bravo y Francisco Vázquez, a su vez relacionados con la espantada que dieron los tránsfugas Eduardo Tamayo y Teresa Sáez en la Asamblea de Madrid.

Terror ecológico

Miembros de Boadilla Ecológica temen que

«Esta urbanización sea el primer mordisco al monte (y que)de ahí a continuar talando no hay nada, como ya ocurrió al otro lado con el humedal al que iban gran cantidad de aves en verano, y que ahora se llama Urbanización Los Fresnos, pegada al campo de golf de Majadahonda».

Dicen los ecologistas que puede no servir de nada que el bosque figure como protegido, cuando:

«Con una revisión del Plan General de Urbanismo se puede recalificar de nuevo, si sigue en el poder quien está ahora, y no tiene visos de cambiar»

ya que el PP gobernó en esta localidad desde el principio de la democracia.

Paradójicamente, La Alcazaba de Boadilla cuenta con el visto bueno municipal y del Gobierno regional, al estar incluido dentro del plan general del municipio.

En declaraciones a El País, el alcalde sostiene que la calificación para edificar en ese terreno se remonta a 1991:

«Por ese motivo, nosotros, ahora, no tenemos más remedio que tramitar el plan parcial que nos han presentado, de otra forma nos veríamos obligados a indemnizar a los propietarios con unas cantidades imposibles de asumir por el Ayuntamiento».

Alega el alcalde de Boadilla, intentando justificar la supuesta bondad de la operación urbanística, que la constructora AZATA va a dar al ayuntamiento:

«La parte de la parcela que tiene más árboles, para instalar allí un aula de la naturaleza».

Unas explicaciones que –como reseña

El País

– no convencen a Boadilla Ecológica:

«Tiene razón al decir que la actuación es legal. Pero nosotros seguiremos luchando, porque denunciar que se están cargando el monte, claro que podemos y nadie nos lo va a impedir».

Hasta llegar a este punto, la Alcazaba de Boadilla ha tenido una larga y a veces tortuosa peripecia administrativa. AZATA consiguió que su Plan Parcial «Sector Camino Bajo – Depuradora» fuera aprobado con fecha 16 de agosto de 2001, pero dejó dormir el proyecto durante años, porque consideraba como “escaso” el volumen de edificación.

120 por ciento más de edificación

José Domingo Rodríguez Losada pidió que le aumentaran el límite de edificios a construir y ocurrió el «milagro», como ha pasado tantas veces en los alrededores de Madrid. Los ecologistas denuncian que no solo no perdió su licencia por no haber edificado, sino que además de reconocer el viejo plan, le han permitido aumentar el volumen de edificación en más de un 120%.

La aprobación definitiva fue otorgada por el Pleno del Ayuntamiento en sesión celebrada el día 27 de mayo de 2005, con publicación en el BOCM número 139, de fecha 13 de junio de 2005.

Como entre una licencia y la siguiente se había aprobado un nuevo Plan General de Ordenación Urbana para Boadilla (publicado el 22 de febrero de 2002) y además la Comunidad Autónoma de Madrid había puesto en marcha la LEY 9/2001 del Suelo (publicada en el BOE 245 del 12 de Octubre de 2001), había que rizar el rizo.

Más edificación con el plan antiguo

Entonces –según Boadilla Ecológica- se produjo un nuevo «esfuerzo de interpretación», que permite al constructor acogerse al viejo plan, que no obligaba a construir un mínimo de viviendas sociales, y usar el nuevo plan, que aumenta su nivel de edificación.

Fuentes de la oposición municipal comentan que existe un convenio reservado, donde el constructor Rodríguez Losada regala una finca pegada al monte, llena de árboles, lo que efectivamente salvará algunas encimas como dice el alcalde del PP, a cambia que se salven algunas encinas a cambio de no tener que construir viviendas protegidas en un entorno tan privilegiado.

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