(PD/Agencias).- Hay palos para todo el mundo, pero especialemnte para los periodistas. Hasta el momento, son al menos veinte periodistas arrestados por las autoridades. La mayor parte fueron capturados durante la amifestación «prodemocracia» organizada por la asociación profesional de reporteros en Katmandú.
Como explica Pablo M. Díez en ABC, la huelga general convocada por la oposición, que dura ya 12 días, ha movilizado a más de 50.000 personas, que se han enfrentado al Ejército en violentos choques con varios muertos.
Un año después de que el Rey Gyanendra diera un golpe de Estado al deponer al anterior Gobierno de Nepal en febrero de 2005, este pequeño país enclavado en el Himalaya entre China y la India está al borde del colapso.
Tras doce días de una huelga general convocada por los siete mayores partidos de la oposición, la capital, Katmandú, se enfrenta a un grave problema de desabastecimiento de productos básicos para la supervivencia de su población.
Además de lograr la paralización de esta nación de 27 millones de habitantes, una de las más pobres del planeta con una renta per cápita anual de 173,61 euros y un 40 por ciento de la población viviendo en la miseria, los contrarios al monarca han prendido la llama de la revuelta social.
De hecho, más de 50.000 personas han tomado parte en las diferentes protestas que se han celebrado durante los últimos días en varias ciudades de Nepal, y en las que el Ejército se ha enfrentado a los manifestantes y ha acabado con la vida de al menos a cinco de ellos.
Escolta militar
La situación es tan delicada que el Ejecutivo ha organizado caravanas de camiones escoltados por soldados para suministrar verduras frescas y alimentos al valle de Katmandú, en el que viven casi dos millones de personas y donde los precios se han cuadruplicado.
«Estamos pagando 48 dólares (39,14 euros) a cada conductor y 21 dólares (17,12 euros) a sus ayudantes por introducir camiones con comida en la capital», anunció el portavoz del Ministerio de Trabajo y Transporte, Dhurva Kumar Sharma.
Mientras tanto, la oposición insiste en su táctica de emplear la guerra económica y la escasez de combustible y alimentos para derrocar al Rey. Por ese motivo, los adversarios del soberano han pedido a los 1,6 millones de emigrantes que trabajan fuera de Nepal que dejen de enviar a sus familiares los 978,35 millones de euros que recibe el país en divisas cada año, y que sirven para mantener a flote la depauperada economía nacional.
El Gobierno ha vuelto a manifestar la oferta del Rey Gyanendra de convocar elecciones dentro de un año. A la vista de que dicho anuncio no ha servido para aplacar los caldeados ánimos, el Ejecutivo amenaza con imponer el estado de emergencia mientras acusa a la oposición de haberse aliado con la guerrilla maoísta, cuya larga lucha contra el monarca se cobrado 12.500 vidas durante la última década.
