«Hasta Superman llegó de ilegal»

(PD/Agencias).- «Recuerden, no compren nada gringo el 1 de mayo ni consuman nada en franquicias estadounidenses», recomienda un correo electrónico que circula convocando en México el boicot por un día de productos del vecino del norte.

Escribe Joaquim Ibarz en La Vanguardia que Juan Gabriel, el cantautor más carismático del país, impulsa la campaña de apoyo a los inmigrantes latinos que luchan por sus derechos en Estados Unidos.

«Es lo menos que podemos hacer por los mexicanos que tuvieron que emigrar, que mantienen a nuestro país con sus remesas; hagamos este pequeño esfuerzo de un día. No se les olvide que hasta Superman llegó a Estados Unidos de ilegal», dijo Juan Gabriel al exhortar a solidarizarse con la propuesta de no consumir ningún producto estadounidense este 1 de mayo.

El compositor de las rancheras que popularizó Rocío Dúrcal exalta la postura de los hispanos que con marchas pacíficas reclaman sus derechos. «Los mexicanos del otro lado nos dan el ejemplo al defenderse con razón y sin violencia. No desenfundan machetes amenazantes, ni rompen escaparates, ni insultan a nadie. Millones salen a las calles en defensa de una causa: la de no ser considerados criminales», subrayó el artista.

La campaña que en México promueven Juan Gabriel y dirigentes cívicos ha ido creciendo tras el llamamiento de defensores de los derechos de los inmigrantes, que exhortan a los mexicanos de uno y otro lado de la frontera a boicotear los productos y servicios de las firmas estadounidenses. El 1 de mayo ha sido proclamado día Sin Inmigrantes -se dejará de trabajar y no se realizarán compras- como medida de fuerza para resaltar el poder de los mexicanos y la importancia del indocumentado en la economía norteamericana. Sindicatos, organizaciones civiles, grupos de activistas comunitarios, partidos políticos, la prensa e incluso alguna oficina del Gobierno mexicano se han unido al llamamiento.

Aunque el 1 de mayo es festivo en México por ser el día del Trabajo, todos los establecimientos comerciales abren porque en este país hay total libertad de horarios. Sindicatos y organizaciones estudiantiles han convocado marchas ante la embajada y consulados de EE.UU. Las grandes cadenas norteamericanas -Wal Mart, Superama, VIP´S, Aurrerá, McDonald´s, Dunkin Donuts, Burger King, Starbucks, Crispy Cream, Seven Eleven y muchas otras- dominan el mercado mexicano del gran consumo. Empresarios y líderes cívicos de Tijuana, Ciudad Juárez, Reynosa y otras poblaciones fronterizas han instado a los vecinos a no cruzar a Estados Unidos para hacer sus compras o frecuentar centros de diversión.

En sus homilías de Semana Santa, obispos y sacerdotes mexicanos pidieron apoyo al boicot comercial para exigir una reforma migratoria «justa e integral». El prelado de la diócesis de Ciudad Juárez (fronteriza con El Paso), Renato Ascencio, demandó «respaldo activo al hermano inmigrante».

La protesta en México coincidirá con el día Sin Inmigrantes convocado por las organizaciones latinas de EE.UU. La iniciativa, surgida de las enormes marchas que en las últimas semanas se han celebrado en Estados Unidos en favor de los inmigrantes, busca presionar al Congreso norteamericano para que otorgue la residencia legal a millones de indocumentados.

El boicot parece azuzado no sólo por el debate sobre la propuesta de ley de Inmigración, sino por un antiguo resentimiento sobre lo que se percibe como maltrato a mexicanos en EE.UU.

El comentarista Rafael Ruiz Harrell pronostica que el boicot dará lugar a un movimiento más amplio que se extenderá por América Latina: «Si lográramos que un solo día, en toda Latinoamérica, los negocios norteamericanos no tengan clientes, enviaríamos un mensaje clarísimo que ahora son incapaces de entender».

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