Romano Prodi promete acabar con el monopolio televisivo de Berlusconi en Italia

Romano Prodi promete acabar con el monopolio televisivo de Berlusconi en Italia

(PD/Agencias).- Cuando todo sigue en el aire y Silvio Berlusconi todavía se niega a aceptar su derrota electoral, Romano Prodi anuncia ya algunos de sus planes y entre ellos destaca poner fin a la hegemonía televisiva de Il Cavaliere.

Prodi habló alto y claro:

«En este momento existe un abuso de poder dominante que no puede ser tolerado en ningún país democrático».

Prodi fue el primero en acudir al Quirinal y pidió al presidente un acortamiento de los plazos para el relevo.

Prodi acudió este miércoles a la sede de la Asociación de la Prensa Extranjera y a un programa de televisión para enunciar algunos de sus planes inmediatos.

Entre ellos destacaban la reducción de las cargas fiscales sobre las nóminas, promesa fundamental de su programa, «en el plazo de un año»; la sustitución de la llamada Ley Bossi-Fini por una nueva ley de extranjería más flexible con los inmigrantes; y la resolución del célebre «conflicto de intereses» que caracterizó la gestión gubernamental de Berlusconi.

Ante un grupo de corresponsales declaró:

«No habrá carriles de preferencia para nadie, ni habrá medidas destinadas a perjudicar a una sola persona. La ley debe ser igual para todos. Nos limitaremos a aplicar las reglas de competencia vigentes en los demás países europeos».

«Evito siempre hablar de Mediaset (el grupo televisivo de Berlusconi) y hablo del mercado en general; me limito a decir que en este momento existe una excesiva concentración, tanto pública como privada», explicó, en referencia al duopolio Rai-Mediaset.

«No he seguido demasiado la evolución bursátil de las acciones de Mediaset, pienso solamente que hace falta una ley seria sobre la libre competencia: en este momento existe un abuso de poder dominante que no puede ser tolerado en ningún país democrático».

Y siguió:

«Hacen falta reglas. No tengo intenciones punitivas (respecto a Berlusconi), pero debemos crear una competencia abierta en el mercado televisivo que hasta ahora no existe. Cuando hay dos grupos que acaparan más del 90% del mercado y cuando la contratación de publicidad está tan concentrada como actualmente (Publitalia, de Berlusconi, ostenta una absoluta hegemonía), resulta difícil decir que existe libertad de mercado».

Las acciones de Mediaset cayeron ayer un 2%.

LA FORTUNA DE IL CAVALIERE

Hijo de un banquero de clase media, Berlusconi es el hombre más rico del país, con una fortuna que la revista ‘Forbes’ calcula en casi 9.000 millones de euros.

Su capital lo labró en una meteórica carrera empresarial que inició muy joven, cuando con apenas 25 años fundó su primera constructora, Cantieri Riuniti Milanese.

Su fama de brillante negociador se extendió muy pronto al lucrativo mundo urbanístico y, tras edificar con éxito innovadores proyectos dentro y fuera de Italia, decidió aventurarse en el sector de la comunicación.

Magnate de los medios de comunicación

A mediados de los años 70 puso en marcha una televisión por cable que emitía en uno de los barrios milaneses que él mismo había construido, y luego adquirió parte del accionariado del diario ‘Il Giornale’ antes de crear, en 1978, la televisión ‘Canale 5’.

Para mediados de los ochenta contaba con tres canales privados que acabaron con el monopolio de la televisión pública ‘RAI’ (‘Italia1’, ‘Rete4’ y ‘Canale 5’), mientras ampliaba sus intereses al mundo del fútbol con la adquisición del club AC Milan.

Su imperio se extendió en aquella época con firmas como el grupo editorial Mondadori, la cadena de vídeo-clubes Blockbuster y participaciones en la casa Olivetti, valores que agrupó en el conglomerado Fininvest.

Desembarco político

Culminado su proyecto empresarial, Berlusconi preparó su desembarco en política con la creación, en diciembre de 1993, de Forza Italia, un partido que, apoyado en consignas populistas y el poder de las televisiones del magnate, logró irrumpir de forma espectacular en la pugna por el Gobierno.

En sólo dos meses y con una incisiva campaña en la que prometía administrar el Estado como si fuera una de sus prósperas empresas, ‘El Caballero’ de Italia obtuvo una aplastante victoria frente al centroizquierda en las elecciones de marzo de 1994.

Aquel gobierno duró poco: desestabilizado por los ataques de la oposición, por polémicos decretos de ley y, sobre todo, por diversos escollos judiciales, sus aliados de la Liga Norte decidieron retirarle la confianza, lo que precipitó su dimisión a finales de ese mismo año.

Problemas con la Justicia
Al mismo tiempo que proliferaban sus empresas, también lo hacían los procesos en su contra, hasta el punto de que entre 1996 y 2000 tuvo abiertos hasta cinco juicios a la vez con cargos que iban de corrupción y soborno a falsedad en balance.

Sin embargo, nunca pisó la cárcel, ya que todas las causas terminaron en absolución, prescripción del delito o en una maraña de interminable burocracia judicial que prosigue hasta hoy.

LA GUERRA DE IRAK AL FONDO

Acerca de Irak, Il Professore Prodi reiteró que las tropas italianas abandonarían el país dentro de este año: «El actual gobierno dijo ya que retiraría las tropas antes de finales de 2006 y nosotros formaremos gobierno en un plazo de dos meses, por lo que respetaremos los ritmos establecidos».

Prodi se reunió por la mañana con los dirigentes de los partidos de su coalición, para empezar a diseñar un gabinete. En su encuentro con los periodistas no quiso dar nombres porque, dijo, aún no se había abordado esa cuestión.

La prioridad, para él, consistía en asegurarse un cierto margen de autonomía frente al peso de los partidos, «propietarios» reales de la estrecha mayoría parlamentaria. «Quiero que el presidente del Gobierno goce de un cierto grado de libertad», indicó.

«La participación como ministros de los secretarios de los partidos no me parece necesaria, decidiremos caso por caso».

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