El País compara la COPE con la radio que jaleó el genocidio en Ruanda

El País compara la COPE con la radio que jaleó el genocidio en Ruanda

(PD).- La cosa está que arde. En la batalla entre medios de comunicación cada vez se emplea calibre más grueso. La última andanada la ha lanzado el casi siempre circunspecto diario El País que compara la COPE y «especialmente el programa de Federico Jiménez Losantos» con Radio Mil Colinas, la radio que «jaleó el genocidio de Ruanda de 1995».

Este viernes, en un pequeño editorial titulado «Radios» y dentro de su «Mirador», el portaestandarte del Grupo PRISA le sacudía de lo lindo a la emisora de la Conferencia Episcopal y de paso aprovechaba para darle lo suyo a Pedrojota Ramírez, afirmando que resulta «lacerante» que la FAPE haya distinguido distinguido al dicharachero director de El Mundo con su V Premio de Periodismo.

No sólo carga El País contra Jiménez Losantos, la COPE y sus aliados mediáticos. Desde los micrófonos de la Cadena SER, que muchos ven como el «equivalente izquierdoso de la emisora de los obispos«, se lanzan proclamas incendiarias.

La penúltima es obra de Carlos Llamas, estrella de la emisora de Polanco y director de Hora 25, quien ha llegado a decir en antena que parte de los oyentes de la COPE «son hijos bastardos de un comportamiento cuasi delictivo».

Carlos Llamas se felicitó hace tres días por la expulsión de la COPE del EGM y lo hizo en los siguientes términos:

«La extorsión puede presentarse de múltiples formas. Desde las más groseras, a las más sofisticadas. La Cadena COPE ha sido expulsada del Estudio General de Medios, el organismo que controla la incidencia pública de los medios de comunicación».

En la web de la SER se puede leer el comentario diario que hace el director de Hora 25 y que aparece bajo el epígrafe genérico de El bloc de Carlos Llamas. El correspondiente al pasado miércoles se titulaba «Pregonar no es practicar» y comenzaba así:

La extorsión puede presentarse de múltiples formas. Desde las más groseras, a las más sofisticadas. La Cadena COPE ha sido expulsada del Estudio General de Medios, el organismo que controla la incidencia pública de los medios de comunicación.

Llamas termina preguntándose:

Pregonar la caridad, la humildad, la decencia incluso, no es, ni mucho menos, practicar estas virtudes. ¿Cuántos de los oyentes de la COPE son reales y cuántos son hijos bastardos de un comportamiento cuasi delictivo? ¿Es ésa la familia radiofónica ejemplar que defiende la cúpula católica española? Cuanto más se conoce a algunos, mejor nos caen los Corleone.

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EL EDITORIAL DE EL PAÍS

MIRADOR
Radios

Entre Radio Mil Colinas, que jaleó el genocidio de Ruanda en 1995, y la BBC, que es el modelo de la radio informativa, cabe una extensa gama de formatos radiofónicos. La cadena COPE, propiedad de la Conferencia Episcopal, y especialmente el programa de Federico Jiménez Losantos, está más cerca de la primera fórmula que de la segunda.

Su actividad tiene mucho de agitación y casi nada de información, y su especialidad es atizar a diestro y siniestro contra todo aquel que no coincida con su visión sectaria y guerracivilista. Su vocación insultadora y su esfuerzo por dividir y enfrentar a los españoles son ecuménicos: desde Zapatero a Fraga Iribarne, pasando por los obispos catalanes, Duran i Lleida, Josep Piqué, y Mariano Rajoy si baja su agresividad frente al Gobierno; y siempre, por supuesto, manteniendo en su punto de mira al grupo PRISA y a su presidente.

Su diana más reciente ha sido el diario conservador Abc, a cuyos suscriptores invitaba ayer a darse de baja. Y todo porque el diario madrileño ha tenido el atrevimiento de criticar sus excesos. La cadena episcopal ha sido expulsada del EGM después de haber infiltrado un equipo de falsos encuestadores que, con la excusa del periodismo de investigación, se dedicaron a introducir datos mendaces en la encuesta sobre las audiencias.

La editora Vocento ha decidido emprender acciones legales ante el Tribunal de Defensa de la Competencia por lo que considera «un acto de denigración del competidor».

Entre los principales colaboradores de la actividad imprecatoria de Jiménez Losantos se cuenta el director del diario El Mundo, que se ha constituido en el medio privilegiado de las sinergias de la Cope. Es especialmente lacerante que en tales circunstancias la Federación de Asociaciones de la Prensa le haya distinguido con su V Premio de Periodismo.


LA COLUMNA EN LA CADENA SER

EL BLOC DE CARLOS LLAMAS
Pregonar no es practicar

La extorsión puede presentarse de múltiples formas. Desde las más groseras, a las más sofisticadas. La Cadena COPE ha sido expulsada del Estudio General de Medios, el organismo que controla la incidencia pública de los medios de comunicación. El que determina por lo tanto qué audiencias tiene cada programa de radio.

En este organismo no sólo están presentes todos los medios, sino que lo están todos los sectores afectados, especialmente los que deciden dónde va y con qué periodicidad los 609 millones de euros que se invierten cada año en publicidad en radio. La asamblea de la asociación responsable del EGM ha decidido, por amplísima mayoría, expulsar de su seno a la Cadena COPE. Lo hace tras un periodo en el que la cadena de los obispos ha podido presentar sus alegaciones.

Explicar por qué uno de sus profesionales infiltró encuestadores pirata, que lo primero que hicieron fue inflar las cifras de audiencia de quien les daba ese empleo sumergido. Que todo esto se haga en la cadena de los obispos retrata hasta donde llega en algunos el nivel moral de sus actos. Y ya sabemos que por sus actos los conoceremos.

Pregonar la caridad, la humildad, la decencia incluso, no es, ni mucho menos, practicar estas virtudes. ¿Cuántos de los oyentes de la COPE son reales y cuántos son hijos bastardos de un comportamiento cuasi delictivo? ¿Es ésa la familia radiofónica ejemplar que defiende la cúpula católica española? Cuanto más se conoce a algunos, mejor nos caen los Corleone.

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