Sandra Remón (Periodista Digital).- Nunca un regalo de cumpleaños sentó tan mal a alguien, como le ha sentado a la duquesa de Alba el libro biográfico de su antiguo amigo «Antonio el Bailarín», que dice ser el padre de un hijo de Cayetana fruto de una apasionada aventura que mantuvieron en la juventud cuando la duquesa ya estaba casada y tenía dos hijos.
Han pasado ya diez años desde la muerte de Antonio y su biografía revoluciona la Casa de Alba. La revista Diez Minutos saca esta noticia con menos cuidado que Hola, a quien la duquesa ha «regalado» una entrevista exclusiva en la que se elude este polémico tema.
La aristócrata ha decidido contraatacar con un comunicado de sus abogados en el que asegura que las acusaciones son «falsas e inveraces», según Diez Minutos. Ni Cayetana fue seducida por el bailarín, ni engañó a su primer marido, ni su hijo Fernando fue un desliz extramatrimonial, y, ni mucho menos, pensó en fugarse con su supuesto amor. Esta impactante historia acabará en los tribunales, aunque Antonio ya no está para dar su versión de viva voz.
Hola muestra la otra cara de la duquesa, la de una mujer divertida, comprometida y feliz por soplar las ochenta velas. Para ello desempolva sus mejores vestidos, algunos ya usados en bodas de sus hijos, y se pasea por el sevillano Palacio de Dueñas como si fuera una modelo profesional, al más puro estilo Claudia Schiffer. Entre traje y traje, Cayetana se sincera: añora el pasado, baila todos los días una hora cinco bailes distintos con la ayuda de un guitarrista, se acuerda mucho de su segundo esposo, no se mira al espejo más que para peinarse por la mañanas… A veces parece que viene de otro planeta.
Conversaciones grabadas
El periodista Santi Arriazu tenía en su poder las conversaciones grabadas que años atrás mantuvo con el desaparecido Antonio, el bailarín, para las memorias que en su día publicó en una revista. Por aquellos tiempos, Antonio confesaba su historia de amor con una importante aristócrata que camuflaba bajo el nombre de María Teresa. Con esas mismas cintas, se elaboró un primer libro del bailarín donde ya contaba su amor por la duquesa de Alba y anunciaba que era el padre de uno de sus hijos. Aquello fue considerado una canallada de tal calibre que a Antonio se le cerraron todas las puertas de los salones que antes frecuentaba como Pedro por su casa, hasta el punto que tuvo que desdecirse posteriormente en una entrevista y negar ese libro de memorias.
En manos de su abogado
Pero los tiempos han cambiado y lo que antes era impronunciable hoy vuelve a sonar de la mano de Arriazu, que ha querido recuperar del olvido esas confesiones íntimas y rescatar lo que creía más importante: la figura internacional que fue Antonio y el gran amor de su vida, que fue la duquesa. Nada más aparecer este libro, la duquesa de Alba puso el asunto en manos del abogado Javier Saavedra, quien envió un comunicado anunciando que tomaría medidas contra la publicación, como cuenta Beatriz Cortázar en ABC.
Para Arriazu y la editora de Ediciones B se trata del testimonio del propio Antonio, que se guarda en dieciocho cintas cuya autenticidad han demostrado. Santi asegura que no imaginaba la polvareda que se iba a levantar, pero que su intención era rendirle homenaje a los diez años de su muerte, porque fue el propio bailarín quien le dijo que lo hiciese en el momento que estimara oportuno.
Lo cierto es que a Antonio nunca se le perdonó esa «vileza» y de ahí que hoy su memoria apenas sea suficientemente recordada. Arriazu lo devuelve a la actualidad, lo pone donde cree que debía figurar y resucita una historia que en su día dio mucho que hablar y que ahora seguirá haciéndolo, con la diferencia de que los medios han cambiado. Como un viejo fantasma del pasado, Antonio vuelve cuando la duquesa celebra sus 80 años. Sin duda, no contaba con este regalo, como dicen en ABC.
