Jill Carroll… volver a empezar

Jill Carroll... volver a empezar

(PD / Agencias).- Jill Carroll, la periodista estadounidense liberada la semana pasada tras 82 días de secuestro en Irak, se siente bien y «por fin, como si viviera de nuevo». La página web del diario ‘The Christian Science Monitor’, periódico para el que Carroll trabajaba como reportera, ha difundido las primeras declaraciones e imágenes de la periodista reuniéndose con sus padres Jim y Mary Beth, y su hermana gemela, Katie.

En un artículo firmado por Dan Murphy y Scott Peterson, quien la acompañó en el vuelo procedente de Fráncfort (Alemania) en el que llegó el domingo a Boston, Carroll señala que el hecho de poder «salir a donde quiera, sentir el sol en la cara y ver el cielo, son lujos que no apreciamos a diario».

«Carroll se reunió con su familia entre largos abrazos y lágrimas de alegría y, como cualquier padre estadounidense, Jim Carroll tenía la cámara de vídeo preparada» cuando se reencontraron, según el diario.

El periódico relata también cómo la periodista comienza a darse cuenta ahora de la expectación que despierta y revela que en la primera de las comidas repartidas en el avión, Carroll recibió en su bandeja una rosa roja que «cogió y cuyo olor inhaló profundamente», así como una copia del diario ‘USA Today’ en la que aparece ataviada con una pañuelo negro.

«Pero lo que más la emocionó fueron las imágenes de su familia. Besó una foto de su padre, Jim. «‘Se le ve bien’, dijo Carroll, quien también acarició una de su madre, Mary Beth», añade el rotativo.

Carroll llegó en un vuelo de la aerolínea Lufthansa procedente de Fráncfort, ya que el sábado había viajado a la base estadounidense de Ramstein (Alemania) y, escoltada por la policía federal, fue el primer pasajero que salió del avión.

Después, una limusina negra la trasladó a la sede central de su diario, donde se reencontró con su familia.

El regreso de Carroll se produce un día después de que aumentasen en Estados Unidos las críticas en su contra por haber aparecido en un vídeo grabado la noche antes de su liberación, en el cual criticaba la guerra en Irak.

El sábado, la propia Carroll, a través de una declaración distribuida por ‘The Christian Science Monitor’, señaló que fue obligada por sus captores a expresarse en contra del conflicto.

En el vídeo Carroll pidió al presidente de EEUU, George W. Bush, que retirara las tropas de Irak.



02.04.06 –12.21

«Me obligaron a hablar mal de Estados Unidos»

(Periodista Digital / EFE).- La periodista estadounidense Jill Carroll, liberada el pasado jueves tras 82 días de cautiverio en Irak, dijo hoy en un comunicado que sus secuestradores la obligaron a hablar en contra de la presencia de tropas de EEUU en ese país.

En una declaración distribuida por el ‘Christian Science Monitor’, el periódico de Boston para el que trabaja, Carroll quiso desmontar la visión positiva que había dado en declaraciones que hizo en Irak sobre los hombres que la secuestraron el 7 de enero.

‘Aborrezco a todos los que secuestran y asesinan a civiles y mis captores claramente son culpables de ambos crímenes’, dijo Carroll en esta declaración.

La periodista, de 28 años, afirmó que sus captores la obligaron a participar en un vídeo propagandístico la noche antes de que la dejaran libre. Explicó:

«Me dijeron que me dejarían ir si cooperaba. Vivía en un entorno amenazante, bajo su control, y quería volver viva a casa. Accedí».

En ese vídeo, Carroll pidió al presidente de EEUU, George W.

Bush, que retirara las tropas de Irak.

‘Decenas de miles… han perdido sus vidas aquí por causa de la ocupación’, dijo. ‘Creo que los estadounidenses deberían pensar en eso y darse cuenta de cuán difícil es la vida del día a día aquí’, añadió la periodista, que enfatizó ahora que lo que dijo no es su opinión.

La periodista también afirmó que no habló con libertad en una entrevista emitida por la cadena ‘Bagdad Televisión’ tras su liberación, por el temor a represalias de sus captores. Carroll explicó que:

«Por miedo dije que no había sido amenazada. De hecho, me amenazaron muchas veces».

También dijo que no se negó a viajar y a cooperar con las fuerzas armadas de EEUU o a hablar con las autoridades de su país sobre el cautiverio, como se ha informado.

Carroll calificó su experiencia de ‘horrorosa’ y recordó el asesinato de Alan Enwiya, su traductor, a manos de sus captores.

«Estaba, y sigo estando, profundamente enfadada con la gente que hizo esto»

Por su parte, Richard Bergenheim, el director del ‘Christian Science Monitor’, reiteró que ni el diario, ni la familia de Carroll ni el Gobierno de EEUU ‘negoció o pagó un rescate’ por la liberación de la periodista.

Carroll llegó hoy a la base estadounidense de Ramstein, en el oeste de Alemania, procedente de Bagdad, y mañana viajará a Boston, donde le espera su familia.

01.04.06 14:21

«BIENVENIDA A RAMSTEIN»

(PD / Europa Press).- La periodista estadounidense Jill Carroll llegó esta mañana a Alemania, en su camino de vuelta a su país desde Irak, tras ser liberada por sus secuestradores, que la mantuvieron 82 días en cautividad.

Un avión de la Air Force estadounidense que despegó de la base de Balad, cerca de Bagdad, aterrizó este sábado en la base aérea de Ramstein, en el oeste de Alemania.

Desde ahí, sería trasladada a Frankfurt por carretera, y desde allí volará a Boston, informaron fuentes oficiales.

Carroll, a la que pudo verse en la cabina del piloto cuando el aparato perdía velocidad en la pista, salió del aparato sonriente, con pantaloens vaqueros y un jersey gris.

El comandante Kurt Lohide dio la bienvenida a la joven periodista, antes de escoltarla hasta un vehículo militar. «Bienvenida a Ramstein», le dijo.

«Estoy feliz de estar aquí»

, respondió.


31.03.06 14:55

“HACED CON ELLA LO QUE OS PAREZCA”, QUÉ SE ESCONDE DETRÁS DE LA LIBERACIÓN DE JILL CARROLL

Miguel Pato (Periodista Digital)-. Tras 82 días de secuestro la periodista de EEUU, Jill Carroll fue liberada. Pero detrás de este hecho se esconden indicios que nos llevan a la sospecha de una posible conexión entre el principal partido suní y los insurgentes iraquíes. Del mismo modo, la liberación de presos, exigida por los captores, apunta a la razón del feliz desenlace. Conexión también negada por fuentes oficiales.

Jill Carroll vestía un velo islámico cuando dos desconocidos la dejaron a las puertas de la sede del Partido Islámico Iraquí, el más importante de la comunidad suní. Allí, la periodista entregó al guarda de la puerta un mensaje en el que se leía: “hemos liberado a la rehén Jill Carroll. Haced con ella lo que os parezca”.

Este feliz desenlace ha puesto en evidencia la influencia suní entre los grupos insurgentes iraquíes. Pero, es más, el secuestro de la joven estadounidense se relacionó en su día con la reivindicación del grupo Brigadas de la Venganza para que ocho mujeres fueran liberadas.

De este modo, cabe preguntarse si su puesta en libertad tendría que ver con la liberación, por parte de las autoridades iraquíes, de cinco de aquellas mujeres. Aunque fuentes oficiales han negado cualquier tipo de conexión.

Lejos de los terroristas

En el momento en que los medios de comunicación reseñaron en su respectivas notas la relación entre el lobby suní y los insurgentes, éstos se apresuraron a desmentirlo.

Y es que pese a que fue entregada por sus captores en una sede de su agrupación en la capital. Amar Wayih, uno de los dirigentes del partido declaró que

El PII es una agrupación política con credibilidad, los secuestradores saben que el partido tiene buenos contactos con el gobierno iraquí y con EEUU.

Por su parte el secretario general del partido, Tarek al Hachemi, señaló que su grupo

Sólo hizo varias peticiones a los captores para que la dejasen en libertad.

Antes de ser entregada a las tropas estadounidenses, el secretario general del Partido Islámico, Tareq Hachemi, le regaló un ejemplar del Corán, con el mensaje de que, como libro sagrado de los musulmanes, ‘llama a la tolerancia y la fraternidad, y rechaza el asesinato de inocentes’.

“Me trataron muy bien”

En la misma sede del partido suní la periodista declaró a la cadena ‘Bagdad Televisión’ que sus secuestradores la habían ‘tratado muy bien’ y reveló que permaneció cautiva en una habitación ‘con un mobiliario muy básico’ donde las ventanas estaban cerradas a cal y canto.

Con una leve pero evidente sonrisa en algunos momentos de la rueda prensa, la periodista liberado dijo que

Me permitieron leer periódicos en una ocasión, así como ver la televisión, aunque no fue suficiente para seguir lo que estaba pasando en el mundo.

Solidaridad con otros secuestrados

Por su parte, la familia de Carroll expresó su alegría y envió un mensaje de solidaridad a los rehenes aún retenidos en ese país árabe.

En un comunicado leído por Richard Bergenheim, el director del periódico Christian Science Monitor (para el que colaboraba Carroll cuando fue secuestrada) la familia pidió que se respete su intimidad, para poder ‘centrarse en la recuperación’ de la periodista.

La familia expresó su agradecimiento a la publicación por ‘mantener viva la imagen de Jill en Irak’ y tuvo un momento de recuerdo para los occidentales que aún permanecen secuestrados en el país árabe.

Bush da gracias a Dios

También el presidente de Estados Unidos, George Bush, mostró su satisfacción por la puesta en libertad de la periodista. En unas breves declaraciones a la prensa en Cancún, donde se encuentra para participar en una cumbre con sus colegas de México y Canadá, el mandatario afirmó que su primera reacción fue dar gracias a Dios.

Asimismo, Bush expresó su agradecimiento a quienes trabajaron para lograr la liberación de la periodista estadounidense.

Desde Berlín, donde participa en una reunión para tratar sobre Irán, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, expresó

El gran contento y el gran alivio de Estados Unidos, del pueblo de EEUU y, estoy segura, de todo el mundo por la liberación.

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