Gara, el diario `de ETA´

Gara, el diario `de ETA´

Elena de Regoyos (Periodista Digital).- Avisos de bomba, columnas de sospechosos de colaboración con ETA y, por supuesto, el comunicado de alto el fuego de este miércoles. El diario Gara es la plataforma mediática desde la que la banda terrorista vasca y sus afines se expresan y se manifiestan. Es también donde, refugiadas en la libertad de expresión, legitiman la violencia y heroizan a los asesinos. Por este motivo, sí, podría llamársele “el diario de ETA”.

Para Gara los asesinatos de ETA han sido «acciones lamentables» de las que es culpable el Estado español.

EL PODER DE UN PERIÓDICO

La relación entre la banda terrorista y el diario, y el poder que éste ostenta bajo la amenaza de la violencia, queda patente en casos como los medios o periodistas vetados por Batasuna, que ni siquiera pueden asistir a las ruedas de prensa de los líderes de Batasuna. En la nómina de excluidos están ABC, La Razón, Época y bastantes otros.

Para caer en esa lista, basta decir algo que disgusta a los abertzales o que el nombre -del medio o del periodista- aparezca en Gara, marcado como indeseable.

Además, raro es el periodista que ha trabajado en el País Vasco que no se estremezca pensando en la simple posibilidad de que su nombre aparezca citado en los artículos que a diario se escriben en Gara bajo el pseudónimo de Maite Soroa. Un espacio en el que se comentan declaraciones y artículos de la prensa y en el que se pueden leer afirmaciones como las siguientes:

“Los lunes brilla con luz propia en la prensa de Madrid un personaje casi irrepetible. Hubo quien lo describió como la cabeza más brillante del periodismo español. Hablo, claro, de Carlos Dávila.”

Sobre el diario La Razón, al que califica de “ultranacionalista” hace acusaciones como las siguientes dirigidas a sus editorialistas:

“Los que se pasaron cuatro décadas reprimiendo con brutalidad a los niños euskaldunes por expresarse en su propia lengua nos cuentan ahora la historia al revés y proclaman que llevar de forma voluntaria una insignia mediante la que comunicar al resto de los ciudadanos que se puede hablar con una en euskara es «un gran retroceso y un ataque directo a las libertades del individuo».

Es sarcástico que los del 18 de Julio hablen de libertades, ¿verdad? Y en el colmo del cinismo, el editorialista concluye: «Nunca una lengua, que representa el patrimonio cultural de un país, debe ser utilizada con fines políticos». ¿Se han fijado que, por no respetar el euskara, ni siquiera ponen bien el nombre del municipio en cuestión? Es ‘Getxo’ y no ‘Guecho’. Aunque a Arrue y sus camaradas les repatée.»

Precisamente José María Zuloaga, subdirector de La Razón, fue una vez comparado con un “boina verde» en uno de estos artículos, lo que le llevó al periodista a presentar una querella contra la ex directora de Gara. El incidente quedó archivado en la Audiencia Nacional pero, curiosamente, un mes después el rotativo abertzale decidió cambiar a su directora por el actual Josu Juaristi.

LA HISTORIA DE UN MEDIO QUE NACIÓ DEL CIERRE DE EGIN

Nació en 1999 como reacción al cierre de Egin por el juez Baltasar Garzón, que ordenó su cierre cautelar y el arresto de varios responsables de Orain SA -la empresa editora-, a los que acusó de integración en banda armada. En su instrucción, el juez consideraba que la empresa estaba supeditada a la organización terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA).

Egin («hacer» en euskera) fue un diario vasco de información general, de ideología radical de la izquierda abertzale, estaba escrito principalmente en español, aunque con partes en vasco, igual que ahora ocurre con Gara.

Según la investigación de la Audiencia Nacional sobre el diario Egin, éste se utilizaba -entre otras cosas- para asuntos relacionados con la financiación de ETA y para poner en comunicación a diferentes miembros activos de la banda terrorista, sirviendo de vehículo para dar instrucciones puntuales sobre la actividad criminal de la banda.

Nada más decretarse el cierre de Egin, en 1998, la Fundacion Vasca para la Comunicación se puso a trabajar para levantar un nuevo proyecto que cubriera el hueco que éste dejaba. Lo anunciaban ya para enero de 1999 adelantando el que sería su nombre: «Euskal Herriko Egunkaria GARA» (SOMOS el Periodico de Euskal Herria).

Los afines a esta ideología independentista radical hacían público en aquellas fechas, también, lo que para ellos significaba esta publicación:

«Tal como la plataforma Hitz Egin fuera el apoyo popular a EGIN, el apoyo a nuestros nuevos medios de comunicación será Baietz

Contrariamente a lo que se les considera por la mayoría de la sociedad, así como por los órganos de justicia que lo investigan, se presentaban a sí mismos como un organismo con los siguientes objetivos:

«Trabajar por la libertad de expresión en Euskal Herria; participar en la creación de medios de comunicación vascos; y colaborar con grupos, gente, empresas o instituciones que trabajen por estos dos objetivos anteriores.»

Mientras ellos mismos se dedicaban semejantes alabanzas, para otros el Egin o el Gara no eran más que:

«Es el ejemplo perfecto de cómo una persona puede acabar intoxicada por la ciberbasura proetarra

Así lo expresaba en cierta ocasión el periódico La Razón, refiriéndose a la página web del Gara, que había sido recientemente atacada por piratas informáticos.

UN DIARIO BAJO LA ATENTA MIRADA DE LA JUSTICIA

Actualmente Orain, la empresa editora de Gara, tiene una causa abierta con la Justicia al habérsele traspasado la deuda de 441.824 euros que mantenía Egin con la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS).

Pese a que la última sentencia al respecto -de enero de 2006- era favorable a Gara, desde Baietz se quejan de que

«la viabilidad de este proyecto periodístico continúa en peligro debido a que la TGSS, dependendiente del Gobierno español, que ha decidido presentar un recurso.»

Otro de los procesos de Justicia superados por Gara, quizá el más importante junto al citado, sea el que implicaba a su director, Josu Juaristi, acusado por la jueza Teresa Palacios, de la Audiencia Nacional, por un supuesto delito de «enaltecimiento del terrorismo» por la publicación de un comunicado de ETA el 27 de septiembre de 2004.

El tribunal asumía de esa forma la tesis del juez Baltasar Garzón sobre una continuidad de empresas entre el diario clausurado en julio de 1998 y Gara.

No obstante, el pasado mes de noviembre la Fiscalía de la Audiencia Nacional decidió no mantener la querella que presentó en su día contra Josu Juaristi.

El 20 de julio de 2000, Garzón emitió un auto en el que señalaba que Gara es el proyecto informativo que sustituye a Egin y apreciaba la posible existencia de una sucesión de empresas entre las editoras de Egin y Gara.

El 11 de junio de 2001, la Fiscalía de la Audiencia Nacional interpuso una querella criminal contra la dirección de Gara por los delitos de amenazas terroristas y justificación de actos terroristas en relación con una entrevista a dos miembros de ETA, publicada cuatro días antes por el diario.

COMO MUESTRA, UN BOTÓN

Tal y como explica el diario El Mundo en su «especial» sobre el diario gara, dentro de «El entonrno de ETA», éste aparecía en 1999 como el nuevo periódico de la izquierda abertzale vasca, sustituto de Egin.

En su primer editorial, Gara señalaba como sus objetivos los de convertirse en el medio de referencia de Euskadi, lograr un hueco mucho mayor que el dejado por Egin y ser la voz de los sectores que no tienen hueco en otros medios.

No se puede pasar por alto el papel que Gara juega como conducto, a
través del cual se expresan y difunden sus ideas algunos reputados criminales etarras.

Alguna de las cartas al director de este diario tienen una particular trascendencia a la hora de demostrar la vinculación del diario con la banda terrorista, como las dos escritas por José Ignacio de Juana Chaos, han posibilitado que la Audiencia Nacional procese al terrorista, de nuevo, por los delitos de integración en organización terrorista y amenazas terroristas.

A la vista del contenido de las cartas, tituladas «El escudo» y «Gallizo», que el etarra publicó en Gara en diciembre de 2004, la Sala estimó que en ellas el etarra podía estar «tratando de fijar objetivos para las acciones de ETA» y añadía que la publicación de la carta en un periódico

«sirve, además de para hacer llegar estos datos a la dirección de la banda, para amedrentar y atemorizar a estas personas y a todo el colectivo que representan».

EL PERIÓDICO DEL TERROR

Continúa El Mundo explicando que la organización terrorista ha asumido a través de un comunicado en el diario «Gara» el envió de cartas a «diversos periodistas» de EiTB. La banda asesina incluso ha elaborado un manual de estilo para los periodistas de la cadena pública, diciendo que no se puede usar el término «terrorista» y para identificar a los pistoleros de ETA y hay que hablar de «ciudadanos vascos».

También exige que se corrija el uso del término «presos de ETA o familiares de presos de ETA». Para la banda terrorista, «el Colectivo de Presos Políticos Vascos es un colectivo plural integrado por ciudadanos secuestrados por los estados español y francés por trabajar y luchar por Euskal Herria«. ETA afirma en Gara que esa es «la forma de actuar de los expertos antiterroristas o de policías que actúan disfrazados de periodistas».

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