Estoy convencido desde hace mucho tiempo de que nadie gana unas elecciones, simplemente las pierde otro, el que ha cometido más errores. Actualmente es la izquierda española la que está bajando claramente en las perspectivas electorales. Insisto en que por no darse cuenta de sus errores.
Hoy nuestro presidente ha bramado nuevamente contra la ultraderecha. Contra Vox. Hablando esta vez para todos los europeos ha lanzado los habituales venablos contra ellos. Al más iletrado de los ciudadanos le será fácil recordar ese pasaje evangélico en que se habla de ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el ojo propio.
Que Sánchez y con él todo el PSOE pretenda sacar adelante unos presupuestos generales para enriquecer a Cataluña, excusando comportamientos racistas y xenófobos de su máximo dirigente, en detrimento de quienes se sienten españoles constitucionalistas, en detrimento de las regiones más pobres, mandando al carajo el equilibrio y la solidaridad interregional, será una de las razones que expliquen los resultados de las próximas elecciones.
Pero que prefiera pactar con quienes aplaudían los asesinatos de socialistas, con quienes quieren saltarse la constitución o con la extrema izquierda bolivariana antes que con el PP o Ciudadanos -prefiero no nombrarles la bicha de Vox- explica el crecimiento de la ultraderecha. De toda la derecha en general. Pero sobre todo, el silencio de sus caciques territoriales, quien calla otorga, explicará que el populismo se siente en las Cortes Generales, se haga fuerte y condicione el futuro de España. La próxima España la harán quienes no pierdan las próximas elecciones.
Quizá a Vox le hubieran hecho falta unos cuantos tiros al aire, alguna bomba lapa sin explotar, alguna amenaza contundente a alguien por no ser “buen español”. Esperen, entiéndanme, quiero decir… Si Vox hubiera hecho estas cosas en el pasado tal vez ahora sería un buen candidato para pactar con el PSOE. Al fin y al cabo otros lo hicieron contra quienes no eran “buenos vascos”. Y ahí los tienen ustedes tan campantes pactando con el PSOE los presupuestos de España. Y los pactan solo porque quieren nuestro bien, claro.
