Perdóneme el lector habitual por la brevedad que deseo de este artículo. Es solo para quejarme de que un español se ha sonado los mocos, o ha hecho que se sonaba los mocos, con la bandera de España. Y estoy seguro de que muchos españoles le habrán reído la gracia. Pobricos. Este país nuestro es un Estado perverso que no permite la libertad de expresión, como se puede comprobar. Somos un fracaso de democracia, una dictadura encubierta dicen estos malnacidos que abominan de la propia bandera, del himno y de cuanto nos representa. Otro gallo le cantaría al artista (¿?) si hubiese cometido tamaño acto de valentía en EEUU o Dinamarca, democracias bananeras donde la ley se le habría echado encima con garras de acero para llevarle delante de un tribunal.

Detrás de ese gesto solo hay la vaciedad de una falsa izquierda que rechaza todo lo que sea español por el mero hecho de serlo. Las risas de los que vieron ese deshonesto gesto son risas rastreras, de los mismos que se reirían de un cojo o de un marica. Ya, sí, lo de “marica” en vez de “homosexual” es intencionado. Si los malnacidos se rieran de la bandera de cualquier país sería deleznable, pero mayor memez es reírse de la propia bandera porque es reírse de ti mismo, de tus compatriotas, de millones de personas que se identifican con ella. Con esa risa, con esa burla, se ríe de todos los españoles, y se ríe con el permiso de los españoles que le ven y sobre todo con el permiso de los propietarios y ejecutivos de la emisora que lo emitió y de la sociedad de medios que lo apoya.

En España esta es una ofensa hecha con licencia amplia y difusa, porque estos niños pijos amparados por la “intelectualidad”, por “la cultura”, tienen permiso para cualquier obscenidad, para cualquier barbarie; todo lo que sea trasgredir, aún a causando ofensas o daño, parece bien a un sector de intelectualidad vana. Y si lo criticas, defiendes la bandera o el himno enseguida te cantan “facha”. Horror… Somos una dictadura, un Estado falto de democracia y de libertades…

A España se le pueden hacer críticas, también a sus gobiernos, también a sus ciudadanos y a sus instituciones. Pero la falta de respeto de Dani Mateo, de los ejecutivos de la cadena y de los pobricos espectadores es una muestra de degradación animal. Se supone que este señor es un lider cultural. La Cultura, con mayúscula, debe liderar al pueblo, liderar a las masas. Si sonarse los mocos, o jugar a hacerlo, es un acto cultural creo que más vale no ir a la escuela. Por otra parte… si de hacer crítica se trata… una crítica social, política… ¿dónde está la crítica? ¿Qué es lo que se critica?¿No habría entonces que criticar a los gobiernos? Porque motivos y razones para criticar no faltan, desde hace generaciones.
PD. Al final no he sido breve. Pues bueno.
Otra postdata: ¿Nunca se le ocurrió que su gesto podría resultar ofensivo? Y en todo caso, ¿no hay más banderas que usar como pañuelo?