Empecemos por decir que es absolutamente cierto que un niño castellano de ocho años sabe lo que un andaluz de diez. No es que lo diga una exministra sino que lo dice toda suerte de estadísticas internacionales. Ni los niños de Jaén o Granada son más torpes que los de Palencia o Valladolid ni los maestros de Úbeda o Vélez Rubio están menos preparados que los de Cervera de Pisuerga o Medina del Campo. Son cuarenta años de control inalterable de la derecha que pasan su factura en esta forma. Son cuarenta años de un gobierno que prefiere ciudadanos dominados.
Pero lo mismo podríamos decir del desarrollo industrial y laboral de Andalucía. La derecha quiere subdesarrollo y subvenciones. Solo así se comprende que Andalucía encabece las estadísticas de paro; no cabe comprender cómo en determinados lugares de esta región los ciudadanos encuentren en el tráfico de drogas la única forma de huir de la derrota moral y económica que la derecha lleva perpetrando casi cuarenta años. En las próximas elecciones los ciudadanos tienen en su mano dar la vuelta a este indeseable tercermundismo provocado por décadas de malgobierno de la derecha en una de las regiones que más ayudas ha recibido de la UE.
¿Qué ha hecho durante cuarenta años el gobierno de la derecha andaluza con esta riada de millones? ¿A dónde han ido a parar tantos y tantos millones de euros? ¿Cuánto han progresado los andaluces (y las andaluzas, no lo olvidemos) gracias a estas subvenciones? El maquiavélico plan de la Junta ha pasado siempre por regar a Andalucía de millones destinados a amigos y conmilitones y a mantener el voto cautivo de los pobres andaluces. En las próximas elecciones los ciudadanos tienen en su mano cambiar todo esto desalojando definitivamente a la derecha del Palacio de San Telmo. El voto andaluz ha de cambiar el viejo gobierno de la derecha sustituyéndolo a fuerza de votos por un gobierno nuevo, joven, ilusionado y renovador del partido socialista.
¿Y la corrupción? ¿Qué pasa con los millones gastados en mariscadas y puticlús? La derecha andaluza se ha gastado en cenas y orgías lo que los obreros necesitan para comer. ¿Sirven para algo las comisiones de investigación fiscalizadas por las marionetas de la derecha de la Junta de Andalucía? Solo ahora los andaluces tienen la oportunidad de desandar el camino que desde hace cuarenta años los mantiene en lo más profundo de las estadísticas de Educación, desarrollo y trabajo. Es la hora de la renovación, de votar a un partido nuevo, es la hora de dar la alternativa al PSOE, la novedad, la renovación, el cambio, la evolución social de Andalucía.
