Lo de menos para Juana Rivas quizá sea la cárcel, sin duda lo más doloroso será perder la patria potestad sobre sus hijos durante seis años. Seis años sin ver al fruto de sus entrañas… por decisión de un juez. Su marido estuvo sin verlos por decisión arbitraria de Juana y sus abogados, malos abogados, malos consejeros. ¿Acaso los hijos son más hijos de una mujer que de un hombre?
A Juana la han defendido por ser mujer, no por tener o no tener razón. Podría tenerla, pero no la defendían por eso, sino por ser mujer. Sirvió como defensa de toda una teoría de género que viene a contarnos que una mujer frente a un hombre tiene siempre razón. Y a ello se dedica toda una parte de la clase política española. Aunque tenga que ir contra los jueces, cuando en realidad deberían ir, si fueran lógicos y buscaran el bien común, contra las leyes que ellos mismos aprobaron en el Parlamento, la esencia de cualquier sistema democrático, tan democrático como el nuestro.
Pero quisieron usarla para una causa mayor, la del feminismo radical, y se preparó una campaña mediática para presionar a los jueces. Y los jueces no se dejaron. Para enseñar están los maestros; para conducir, un chófer; para curar, un médico. Para juzgar están los jueces. A sus espaldas tienen una larga y dura etapa de estudios, oposiciones tremendamente competitivas y larga experiencia profesional. Y los jueces no se dejan manipular ni son la voz de la masa o de tuiter, esa herramienta que permite a sus usuarios creerse los reyes del mambo.
No se me ocurre ninguna razón por la que dar más credibilidad a una mujer que a un hombre. Ni menos. Los jueces escuchan a todas las partes, estudian pruebas y documentos y después serena y razonadamente deciden lo que en justicia les parece oportuno. Porque sus decisiones son muy trascendentes y afectan a la sociedad. Un juzgado no es tuiter ni la barra del bar a la hora del café y la partida.
Podrán equivocarse, claro, pero la Justicia, con mayúscula, tiene sus propios mecanismos, dejémosla actuar sin interferencias de los políticos, interesados ideológicamente, interesados en el mercadeo de votos. A Juana la han utilizado malévolamente y la sentencia judicial la condena. Por el momento, solo por el momento. Insisto en que la Justicia tiene sus propios mecanismos correctores. Y su tiempo de actuar. Démosle tiempo, no dejemos que tuiter o facebook dicten la sentencia. Pero por favor, los que utilizaron a Juana que vayan a la cárcel por ella.
PD. No veo al gobierno defendiendo a los jueces, es decir, defendiendo la ley de su propio parlamento frente a la masa. La masa nunca tiene razón, es emocional, es manipulable, depende de lo que diga el telediario, no la Ley. Por cierto, también echo en falta a los partidos conservadores defender su postura. Acojonaos.
Otra PD, permítanme: ¿Y qué hacemos del daño causado a los hijos? ¿Quién tiene la culpa? @pedrodehoyos
