Esta izquierda no vale, no sirve, no ayuda a regenerar España. Le está pasando lo que le ha pasado al PP: desnortado, desideologizado y perdido ha tenido que partir de cero, refundarse y regenerarse. Está por ver, ésa es al menos la intención.
Es necesaria una nueva izquierda, una izquierda que quiera a España, que defienda pública y notoriamente a los españoles de Cataluña -¡Pública y notoriamente, sin vergüenza!- que no permita la ocupación del espacio social por los racistas de Cataluña, que no retuerza el lenguaje para no pronunciar el nombre de España, que no quiera desenterrar a Franco todos los años, que no pervierta el lenguaje castellano para defender un feminism@ fals@ y caspos@, que piense en desalojar rápida y efectivamente a los okupas que violan el domicilio de una anciana, que piense en el obrero de las seis de la mañana, que piense en el camarero que encadena contrato tras contrato, que piense en el becario sin salario.
No valen partidos de izquierda que hablen de regenerar cuanto había podrido el PP de la corrupción pero que alcanzan el poder –el Poder- con el apoyo y el voto de los que abjuran de España, de los que quieren romperla, de los herederos de Herri Batasuna. Y quieren regenerar España yéndose de putas con tarjetas que pagamos todos. Y quieren regenerar España yéndose en el avión de todos a un concierto. Como cualquier obrero español.
