En este blog se exige siempre bañador

No sé la trascendencia que el día sin bañador tendrá en la calidad de vida del madrileño medio, pero Manuela Carmena no quiere perderse ni los pequeños detalles de la vida particular, abarrotará las piscinas de chavales rijosos y dirá que menudo éxito tienen sus medidas. Mire, este asunto me parece enormemente menos importante que la instauración de los soviets de barrio que preconiza la alcaldesa de Madrid, eso sí que es peligroso y lo demás son chorradillas. Sobre todo si pone a Alfon o a Andrés Bódalo de jefes de escuadrilla.

Lo del día sin bañador en las piscinas públicas me parece básicamente una memez destinada a teñir de color progre los titulares de los periódicos. Cuando se recuerde a Carmena se hablará más de aquella patochada de los Reyes Magos o de la suciedad de las calles que de esto. En el fondo el que no quiera ir que no vaya. Eso sí, a los chavales les explotarán los ojos o se los dañarán de tanto frotárselos. Hablando de socialdemocracia nórdica, creerán algunos que con medidas como esta somos ya suecos. Payasada.

Lo que me resulta especialmente llamativo es cómo los españoles apuestan por estas medidas tontunas, básicamente espectaculares pero intrascendentes, con tal que suene a contracorriente, a moderno, a avanzado. La cosa sirve para que algunos se digan que qué progres somos, ya vamos desnudos en público. Algunos confunden la tontuna con la estupidez.

A los españoles ser progres nos mola más que un chicle a Belén Estébanez, nos gusta todo lo que vaya más allá de los límites establecidos, somos progres de rancia especie y todo lo que tenga sentido conservador debe ser criticado y barrido: el pudor, por ejemplo;. “Hay que romper con todo lo anterior, hay que ir más adelante que nadie, somos los más progres del mundo mundial y parte del extranjero” parece ser la letanía con la que media España se levanta cada mañana, o soy progre o no soy guay. Lo de menos es la trascendencia o intrascendencia de las opiniones, medidas o acciones, pero el traje progre hay que ponérselo. Hoy toca ir desnud@s a la pisci como ayer tocaron los titiriteros alkaetarras y antes de ayer los reyes magos carmenitanos. El caso es ser progres, vestir de progres y hablar como progres y progras.

España se desvive por ser moderna (perdón: “modern@”); hay que serlo pero sobre todo hay que parecerlo para estar en onda, tener amigos y ser chupiguay. Pensar en el beneficio de las decisiones, si sirven o no y para qué, es otra cosa. Lo que importa es sobrepasar los límites, ser distintos, diferentes, aunque para ello haya que ir desnud@. Todo lo que huela a respetar el pasado, a conservador, no digamos a Iglesia, curas o misas debe ser desterrado o desterrada. Aunque tengamos que estropear el lenguaje a base de hablar como Pedro Sánchez o Zapatero. Espero, lect@r, que lleve usted puesto el bañador. O bañadora. España estúpida.

Termino con dos preguntas sobre la marcha:

– ¿Los empleados de las piscinas municipales que no quieran ver desnudos serán eximidos de ir al trabajo ese día?
– ¿Se puede ir en pelotas pero hay que ponerse gorro de baño?

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Pedro de Hoyos

Escribir me permite disfrutar más y mejor de la vida, conocerme mejor y esforzarme en entender el mundo y a sus habitantes... porque ya os digo que de eso me gusta escribir: de la vida y de los que la viven.

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