Onanismo en Podemos.

Que Podemos consulte a sus bases sobre el acuerdo con ciudadanos y PSOE se me antoja una suerte de onanismo político, es preguntarse a sí mismo, no hay un «otro» con el que interactuar. Todos los referéndums de la historia, y esto no es más que una variante, se hacen por quien sabe que va a ganarlos, porque sabe que va a ganarlos, Se hacen para ser ganados, no tienen otro fin. Siempre. Todos. Siempre y todos salvo aquel de UCD sobre el estatuto de Andalucía. O sea, es un referéndum que podemos ahorrarnos porque ya sabemos el resultado: “Sí, bwana”.

Estoy todavía por dilucidar si ha sido mayor la ambición de Pedro Sánchez o la tontería que lo invade, pero sea como sea ha sido una forma de tomarnos el pelo durante más de tres meses. Una pérdida de tiempo que la economía y la moral españolas, si es que existe España, lamentarán. Era, el suyo, un capricho infantil, un empeño ingenuo y candoroso de alguien empeñado en reclamar la luna… porque la ha visto reflejada en un charco.

Solo desde el punto de vista de una persona inmadura se puede comprender el intento de pescar tiburones en una bañera. La humillación de haberse dejado llevar como puta por rastrojo, perdónenme la expresión excesivamente coloquial, debería hacerle reflexionar sobre su capacidad como político. Que Pablo Iglesias le haya mangoneado, manipulado, usado y utilizado dice mucho también de las cualidades humanas, despiadadas a la par que burlescas, del dirigente bolivariano. Ha hecho mofa del pobrecito socialista delante de cuarenta y tantos millones de españoles. Cruel. Pablo Iglesias siempre dijo que en la anterior campaña electoral le había faltado una semana de mítines para ganar. Ahora acaba de conseguir dos.

Entre todos, con Ciudadanos como invitado de piedra, han jugado con el presente y el futuro de España, con la sabiduría, la sensatez y la madurez de los españoles, convirtiéndonos en un pueblo escéptico y resabiado, refractario a soluciones políticas de tan largo recorrido. El descrédito de la clase política no podía llegar más lejos, su deshonor no podía ascender cimas más elevadas. Los cálculos electorales de unos y otros nos han llevado a esta situación de debilidad en la que hasta carecemos de capacidad política para callar a un pobrecito dictador caribeño que nos ofende cada vez que abre la boca.

Han querido reírse de nosotros, manipularnos y empalarnos, pero nos hemos dado cuenta. No servirá de nada, porque lo van a volver a intentar en junio. Y esta vez lo conseguirán. De los votantes depende.

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Pedro de Hoyos

Escribir me permite disfrutar más y mejor de la vida, conocerme mejor y esforzarme en entender el mundo y a sus habitantes... porque ya os digo que de eso me gusta escribir: de la vida y de los que la viven.

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