Si yo fuera redactor de Charlie Hebdo ya tendría la próxima portada

Errar es humano y hasta el Papa se equivoca. Hay cosas que yo puedo decir y el Papa debe callar. Para que no se equivoque algún nuevo lector que llegue despistado a este blog le recomiendo que antes de continuar la lectura de este artículo lea los dos anteriores (Aquí el primero y aquí el segundo) en los que mostraba mi disconformidad con Charlie Hebdo y mi repetida afirmación de que yo no soy Charlie.

Tiene razón el Papa, del que me declaro entusiasta (hay varias razones, una de ella es que les gusta a algunos progres, pillados en fragante contradicción), cuando dice que la libertad de expresión no es el bien supremo y que hay otros valores superiores a ella, como el respeto a los otros y sus creencias, pueden valer las críticas pero no las ofensas estúpidas e innecesarias.

Pero el Papa no puede aludir a la violencia como respuesta a una ofensa, hay mil formas diferentes de posibles respuestas, desde la educada indiferencia, la indiferente indignación o la respuesta legal, según los casos y su gravedad. Calma, señores, no se me atropellen, estoy hablando de la respuesta del Papa. Ya sé que tal vez usted o yo o mi vecino tendríamos siempre a punto una respuesta más contundente.

Me temo que los de siempre le van a sacar filo a esta respuesta desproporcionada del Papa. Si yo fuera redactor de Charlie Hebdo ya tendría a punto la próxima portada.

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Pedro de Hoyos

Escribir me permite disfrutar más y mejor de la vida, conocerme mejor y esforzarme en entender el mundo y a sus habitantes... porque ya os digo que de eso me gusta escribir: de la vida y de los que la viven.

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