Palpito Digital

José Muñoz Clares

El sr. VALDOC, humorista a sueldo de la UMU

A la Universidad pública de Murcia la tenía yo por institución seria y profesionalmente administrada , sobre todo desde que dejó de estar a cargo del anterior rector, vociferante y escasamente capacitado para la gestión, que no es el caso del actual o, al menos, eso creo. Veremos cuando le llegue noticia de lo que aquí expondré.

Cada año, por estas fechas, nos remiten desde un vicerrectorado un documento llamado VALDOC en que nos aplican determinadas reducciones docentes, una de ellas por antigüedad, y harto como estoy de oír a los sindicatos que los profesores contratados doctores estamos en todo equiparados a los profesores titulares – sueldo, atribuciones, horarios, etc. -, decidí probar los límites del sistema y recurrir  el hecho de que no nos apliquen a los PCD rebaja alguna por antigüedad. Hubo en principio silencio, que no llegó a ser del todo administrativo porque no dejé pasar tres meses, pero hoy mismo me han contestado y la respuesta parece  redactada por la Esfinge de Edipo, porque en vez de aplicar al asunto la exigible seriedad administrativa, el bromista sr. VALDOC responde lo siguiente: «En relación con la reclamación por antigüedad, es preciso tener más 20 años de dedicación en la UMU. ¿Es su caso?» Es decir, en vez de resolver el recurso plantea, como la esfinge, preguntas al administrado, que tiene derecho a ser tratado como mínimo con respeto y, como máximo, con profesionalidad, aunque sea eso mucho pedir a una administración enchulada como la que ejerce el sr. VALDOC en su particular chiringuito.

Seis minutos más tarde recibo otro email del sr. VALDOC, – por lo visto estaba en racha – funcionario juguetón bizarramente escondido detrás de unas siglas, y plantea otro enigma: «En relación con este asunto, olvidé mencionar que esta reducción, según la normativa, se aplica a profesorado permanente. Es posible que su situación sea de carácter interino, no permanente?»

El pobre VALDOC olvidó mencionar un aspecto crucial de la cuestión y me deja, como la Esfinge, con una doble duda que me impedirá progresar en el proceloso mundo de la administración de chirigota en la que vive el anónimo sr. VALDOC: no sé qué significa antigüedad si no lo es el estar dando clases en la UMU desde 1996, y menos aún sé qué significa «permanente» si tenemos en cuenta que entre 1996 y hoy mismo no ha habido interrupción alguna en mi relación con esta universidad que, repito, creí que era seria hasta que apareció el sr. VALDOC con sus humoradas, cuando lo que esperaba – y espero – es que resuelva el asunto como si fuera un profesional, redacte una resolución, me la notifique en forma y ya entonces valoraré si me merece la pena recurrirla o no. O que deje pasar tres meses y, mientras tanto, se abstenga de bromas, a menos que se haya abierto la veda y entonces empezamos a disparar todos.

Hecho así sólo los conocí durante el franquismo, cuando un funcionario cualquier – y no digamos si era policía – se permitía jugar con los administrados como quien juega con un hámster encerrado en una caja de zapatos. Esta frivolidad resulta inadmisible y el responsable, perfectamente identificable, merece que se le enseñe educación y algo de probidad funcionarial a la hora de tratar a los administrados. Así que estoy en ascuas: ¿acabaré sabiendo quién es la esfinge que cobra del presupuesto de la Comunidad Autónoma por hacer humoradas a costa de los administrados? ¿Se pondrá fin a esta conducta o, en efecto, como tememos, toda la vida pública se ha convertido irremediablemente  en un circo de tres pistas donde prosperan los VALDOC? El Parlamento, el Senado, la Administración penitenciaria catalana, un vicerrectorado de la UMU, etc., etc., etc.

 

 

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José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

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