Palpito Digital

José Muñoz Clares

Crossroad a la catalana

La CUP ha tirado la toalla y ha echado el carro por las piedras. Han dicho por boca de la gentil Gabriel, que se sigue pelando con el casco puesto, que para no ir a la independencia prefieren no ir acompañados de gente como Puigdemont y Junqueras, a los que ven tibios en materia revolucionaria.

Mientras tanto Puigdemont, Puchi para los amigos, que se ha venido esforzando tontamente y a base de dinero público en ser humillado por los más altos representantes de cualquier cosa, incluido un Jimmy Carter del que se recuerdan más sus cacahuetes que el premio Nobel que le dieron. Y con la frustración el asunto, que parecía tener recorrido hasta septiembre, se ha acelerado de tal manera a base de hacer el ridículo que el plazo ha quedado en dos meses, y que no quede en menos. Es decir, que todo lo más a mediados de junio tendrá que estar sobre la mesa esa astucia catalana que va a permitir la desconexión de España sin dejarnos tiempo a reaccionar, dado que los españoles somos tontos de baba y no le hemos pillado el truco a la martingala.

Escaldado como está Puchi de tanto y tan colmado ridículo, se citó hace días con el diablo en un cruce de caminos entre Gibraltar y la Seo de Urgel para ofrecer un trato: te entrego mi alma catalana, demonio, si me das una solución que me permita liderar la insurrección a pecho descubierto, como la libertad de Delacroix, siempre que no quede luego en nada y encima nos inhabiliten a la más aguerrida tropa independentista como le van a hacer a la pobre Forcadell, la única que hasta ahora ha soltado un «visca la república catalana» en un ámbito oficial. Y, añadió, todo esto lo quiero en menos de dos meses…

Dicen que el demonio se rascó la cabeza con el rabo y empezó a canturrear el You can´t always get what you want, de los Stones, y acabó farfullando «todo no lo puedes tener», así que elige: puedes liderar la insurrección como la libertad famosa; te haré brotar unas tetas de las de arrastrar multitudes, pero no te puedo garantizar que quede en nada porque ya antes me citó Junqueras en un puticlub, me pidió lo mismo y cuando le dije que la inhabilitación resultaba inevitable salió bufando sin pagar ni las copas ni las chicas después de haber hecho gasto. Así que elige: un buen par por delante y tus fieles detrás, camino de la inhabilitación o, mejor, me pides lo que todos – dinero y chicas, en plan Junqueras – que eso te lo doy sin más negociación porque ni para gastar ni para hacer uso del matrimonio te van a inhabilitar ni a tí ni a los tuyos. Y ya que estamos de rebajas te regalo una advertencia: ándate con ojo con las malversaciones que, como sabes, las carga el diablo – es decir, Nos -, y esas sí que llevan cárcel que, imagino, es lo que más temes, por más que te hagan mártir, no como las inhabilitaciones, que te hacen santo y te mandan a la hornacina a ver desde allí el desfile procesal del resto.

No quedó Puchi contento, no, y se fue a Poblet a invocar el espíritu de la monarquía aragonesa allí enterrada, que compareció, sí, muy bien representada, aunque en vez de animarlo a la secesión le mentaron la ya muy antigua cuestión de la renuncia a ser ellos nación y estado a cambio de incorporarse a Aragón. Allí se pusieron las bases de Agustina y sus cañones contra la tropa francesa.

Hoy anda Puchi de romería acompañando a Forcadell hacia la santidad de la hornacina. Volverán a las letanías democráticas y al no nos moverán. Y volverá la maquinaria de justicia a no moverlos sino a dejarlos convertidos en estatuas de sal a efectos políticos.

Así que seguimos a la espera de la traca final si según avance el proceso inhabilitador queda alguno dispuesto a seguir dando la vara.

 

GRAN SELECCIÓN DE OFERTAS MULTI-TIENDA

CONSOLAS

ACTUALIZACIÓN CONTINUA

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

Lo más leído