Palpito Digital

José Muñoz Clares

Federar ya no es lo que era

César, en su correrías belicosas por las Galias, una vez que rehacía los puentes que previamente había destruido él o el enemigo por miedo a él, enviaba legados para intentar que el enemigo se federara con Roma o, alternativamente, anunciar al enemigo que Roma lo iba a federar en plan autocrítica externa, a la fuerza y reuniéndolos en armoniosa federación en un cementerio común. Así que o los federaba vivos o los federaba muertos pero se salía con su impulso federativo a costa de sangre y muertos. Y no había más. No entendía César el término federación exactamente como lo entiende la acepción 5ª del término en el diccionario de la RAE (Federación, 5. f. Unión estable de Estados en la que la relación entre los miembros se ordena bajo los principios de unidad, autonomía, jerarquía y participación) pero era lo más que se transigía en aquellos tiempos felices y bravos en que el rodar de cabeza iba parejo al andar de la historia.
Pablo Iglesias no es César, por más que se esfuerce, y por eso a él la gente se le federa en términos de ahí te quedas, es decir, lo mismo que le ha hecho el PSC al PSOE: nos federamos y ya nos veremos por el camino si acaso algún día nos conviene. O por decirlo en términos de la actual comisión que gestiona el PSOE, los catalanes quieren una federación que funcione sólo en un sentido, que siempre va en detrimento de quien antes mandaba en la federación: en general somos amigos pero para según qué casos nos federamos y allá os las compongáis. Y eso es lo mismo que le ha dicho Teresa Rodríguez a su hasta ahora jefe: que me federo con los míos, nos declaramos autónomos y ya nos veremos por el camino. O sea, que en las cúpulas dirigentes de este país ya no hay lo que tiene que haber para federar a la gente en los términos en que lo hacía César, y lo que va quedando de este país y de sus instituciones, incluida la facción podemita, es un deshilache de tejidos que alguna vez nos parecieron sólidos y bien trabados. Así que está el país hecho unos zorros, y más que lo va a estar si el PSOE no asume de una vez el ataque de cuernos que sufre después de haberse visto obligado a tolerar el gobierno de Rajoy con tal de no verse superado por las huestes podemitas, que ahora entran también en el camino de la descomposición a base de federaciones que tiran las unas y los otros a la cabeza misma de sus ansias de poder. Así que los principios de unidad, autonomía, jerarquía y participación que exige cualquier cosa que esté federada se han ido a hacer puñetas en lo que a España respecta, por lo que habrá que desconfiar de cuantos nos vengan con los cantos de sirena sobre proyectos federativos nacionales, autonómicos o de mera municipalidad: en el fondo lo que buscan es la desmembración en factores primos y subprimos, y así hasta la náusea.
En lo que a España respecta sólo nos falta una cosa: que Gasset se federe de Ortega y lo mismo Ramón de Cajal; y así tenemos dos pensadores de renombre y dos premios Nobel en vez de uno, que no sé cómo esa idea no se le ocurrió antes al exministro Werth para mejorar la calidad de la enseñanza y el prestigio de nuestras universidades.

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José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

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